Según el comisario Eduardo Pereira, jefe de la Comisaría de Nueva Italia, los 9 imputados llegaron hasta el lugar por orden del juez Leonardo Ledesma para un anticipo jurisdiccional de pruebas.
Este hecho despertó la furia de los familiares de la niña que estaban también apostados en el lugar, esperando que termine el procedimiento.
El suboficial de la Policía Nacional, Miguel Paredes, padre de la niña, que hasta cierto momento se encontraba calmo dentro de un vehículo, fue invadido por la ira e intentó atacar las patrulleras, donde estaban los 9 agentes imputados por disparar contra su pequeña hija.
Los agentes antidrogas estaban encapuchados y mirando el piso. Menos uno de ellos, que estaba tomando mate en el asiento trasero de la camioneta.
Uno de los familiares fue a gritarles que den la cara y le reclamaron la acción criminal. Luego la patrullera se retiró nuevamente hasta la comisaría 7ª de Ñemby, donde guardan reclusión.