El Gobierno pega el grito de auxilio ante los números elevados de contagio y muerte, pero no castiga a los corruptos del sistema sanitario. Los que visitaron al ministro para la compra de insumos médicos de la China siguen en sus cargos o como cercanos colaboradores del presidente. Los encargados de determinar culpabilidades del gran fiasco buscan coartadas para que los responsables no paguen sus costos ante el hecho fáctico de un desastre de tamaño nacional. Mazzoleni es un pésimo gestor y cada día la realidad le pasa la factura. No es casualidad que en otros países como EEUU el presidente electo Biden haya nombrado al fiscal general de California como ministro de Salud. Aquí del Ministerio Público solo cómplices sacaríamos si siguiéramos el mismo derrotero y así lo demuestran los ex fiscales que tenemos ahora como nunca en cargos del Ejecutivo. La capacidad de hacer y de asumir los costos es fundamental en cualquier democracia. Los inútiles que tenemos se torpedean mutuamente y la población padece sus consecuencias al mismo tiempo de ser acusada del desaguisado de la salud.
Ya que tanta amistad proclamamos con los taiwaneses, traigamos 100 de ellos y que tomen el control del sistema sanitario local, ya que el suyo es el mejor del mundo, y que transformen lo que los nuestros son incapaces de hacer. Echemos a los nuestros que solo sirven para bailar con modelos de ocasión, perder el cargo y luego ser de nuevo recontratados para planificar la política del ministerio (¡). En Oriente, hubiera aparecido en la sección de necrofilia luego del harakiri reparador. El mismo equipo de Salud de años sigue controlando operativamente el ministerio desde hace décadas. Son los culpables de no haber gastado ni la mitad de su presupuesto el año pasado y haberse ahogado en dólares durante la pandemia. Estos náufragos de la salud pública han puesto a todo un país en zozobra sin que se ruboricen. Estamos llenos de médicos en cargos públicos para graficar la terrible enfermedad social y el lucro que algunos hacen de ella.
Así como con Bianca, el Covid, el dengue, el desorden burocrático, la compra y los pagos atrasados por medicamentos muestran que la incompetencia e insensibilidad de la cartera son enormes. Estos administradores son inútiles y corruptos en los tuétanos. Deben dejar a algunos que sepan cómo mover este paquidermo o renunciar la soberanía a manos de taiwaneses dispuestos a mostrarnos cómo se hace el mejor sistema de salud a nivel mundial. Hasta ahora las políticas y acciones de los nuestros han sido fútiles y criminales.