Al contrario que en otras ocasiones, Boric, un político de símbolo, no se tomó la foto frente a la fachada oficial de la residencia sino en el jardín, con un frondoso grupo de árboles, con el que quiso resaltar su compromiso con la ecología y la defensa del medioambiente.
Antes de la foto oficial, el futuro presidente se tomó otra con los gobernadores regionales, tanto por su compromiso con la descentralización del país como por razones de logística, ya que dos de sus ministros quedaron frenados en un atasco y llegaron tarde a Cerro Castillo.
Dos detalles más en la foto mostraron los nuevos tiempos que llegan a Chile: solo tres miembros del Gabinete se presentaron con corbata mientras que las ministras optaron todas por un gama cromática cercana al morado o al lila, símbolo de la lucha feminista.
Además, se tomaron dos fotos, algo inédito en los otros ocho cambios de mando en Chile desde el fin de la dictadura: una a cara descubierta y otra con la mascarilla que desde hace dos años impone la pandemia del Covid-19.