El proyecto Galápagos Guardians se ha propuesto de esta forma reducir en un 30 % para 2030 la presencia de plásticos en las Galápagos, el archipiélago situado a unos 1.000 kilómetros de las costas continentales de Ecuador, que está considerado como una de las reservas marinas mejor conservadas en el mundo y declarada desde 1978 como patrimonio natural de la humanidad por la Uneso
“Ecuador es uno de los cinco países (del mundo) más biodiversos por kilómetro cuadrado, y ahora estamos viendo una afectación directa en un paraíso marino que son las Islas Galápagos. Más de 57 especies afectadas, debido al plástico que sale del continente y llega hacia allá", afirmó a EFE Yessica Benavides, vicepresidenta del grupo Ichtion, que ha puesto en marcha esta iniciativa.
Si bien los plásticos que llegan a las Galápagos están controlados dentro de una serie de políticas estatales, este proyecto busca incidir en aquellos que llegan con las corrientes marinas desde el continente y también de otras partes del planeta.
Tecnología y educación
Para intervenir los ríos, prevén hacerlo con soluciones tecnológicas como barreras y cintas extractoras capaces de retirar hasta 80 toneladas de residuos al día, también con aplicaciones de inteligencia artificial que identifican y escanean el tipo de desperdicio, entre ellas, la marca a través de sus etiquetas.
Con ello se buscan identificar los factores o agentes que han generado esta contaminación y elaborar programas o políticas que permitan cambiar los hábitos de producción o consumo, mientras que los residuos recogidos son donados posteriormente a recicladores que pueden mejorar sus ingresos.
“Los productores tienen que generar una producción mucho más amigable y sostenible con el medio ambiente y el consumidor tiene que tener una gestión de residuos amigable con el medio ambiente”, indicó Benavides, quien aclaró que la iniciativa no busca “industrializar los ríos” para generar un negocio a través de recoger cuanta más basura sea posible.
“Para nosotros lo más importante es que esas cuencas hídricas puedan recuperarse y trabajamos mucho con el consumidor porque es necesario crear una cultura de consumo y una política pública que apalanque lo anterior”, anotó Benavides.
También se pretende incidir en las instituciones públicas para evitar asentamientos ilegales en las riberas de los ríos o advertir sobre gestiones ineficientes de los residuos. “Lo importante es identificar la causa raíz y resolver ese problema”, continuó.
Según ‘Galápagos Guardians’ estos sistemas ya han sido probados con éxito en diversas cuencas de Ecuador como el río San Pedro.
Ahora se han propuesto de cara a 2025 y 2026 intervenir dos de los ríos más contaminados de Ecuador: el Guayllabamba, que recibe residuos de la capital Quito, y el caudaloso Guayas, en cuya ribera se asienta Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador. Las aguas de ambos desembocan en el océano Pacífico.