El Gallo de Oro es el premio de mayor trayectoria para la publicidad a nivel nacional. Tiene como objetivo incentivar la creatividad de los anuncios gráficos de las agencias paraguayas de publicidad que se publican durante el año en Última Hora.
Anoche se hizo entrega del galardón de esta edición número 47 del Gallo y resultó galardonada la agencia Oniria, por el anuncio de Cervepar para su marca Pilsen, el anuncio por el Día del Trabajador. El encargado de elegir al ganador del Premio Gallo de Oro fue el publicista mexicano Manuel Camacho, quien se desempeña como presidente de La Doblevida, agencia de publicidad y contenidos.
Según el jurado, seleccionó la pieza ganadora porque realmente esta no podría existir en ningún otro medio que no fuera la prensa “y eso tiene un gran valor”, apuntó. Camacho también señaló que, en estos días, con tanta comunicación en diferentes lugares en que se repiten los mensajes y podrían estar en cualquier lado, “el uso correcto y específico del medio es el gran acierto”.
El rasgo más importante de este galardón es que ha podido perdurar en el tiempo. La primera vez que fue entregado fue en año 1977, y fue una idea de Álvaro Ayala, quien en aquellos años era el gerente comercial de Última Hora. El galardón surgió con la intención de celebrar el primer aniversario de la segunda etapa del diario tras una pausa, y también como incentivo a la creatividad de los avisos gráficos de las agencias de publicidad nacionales.
En 1977, la distinción fue a manos de la campaña El hombre y su medioambiente, que formaba parte del programa mundial de realizaciones de la Cámara Junior Internacional, realizada en Paraguay por la Asociación Paraguaya de Agencias de Publicidad, el aviso fue hecho por AF Asociados, aquel era un aviso en blanco y negro. Tiempo después, el primer aviso en color que recibió este galardón fue hecho por Biedermann Publicidad para el Shopping Británico, bajo el título ¿Quién dijo que es difícil regalar a los hombres?, de 1991.
La agencia premiada recibe una estatuilla dorada, sostenida sobre una base de madera; mide unos 45 cm de alto y emula un gallo. Fue creado por el escultor Hugo Pistilli y este lo hizo hasta el 2005, año en el que falleció. Desde entonces, la pieza es confeccionada por su hijo, el artista plástico Juan Pablo Pistilli. Un aspecto original de esta pieza es que no resulta de un molde, sino de un proceso artístico.
El gallo es el primer vocinglero y anunciador de un evento que se repite a diario a través de los siglos, y es asimismo el símbolo adoptado por las publicitarias de todo el mundo para representar su labor, se explicaba hace 47 años la elección del nombre del premio a los avisos publicitarios.
El Gallo de Oro, con su continuidad de casi cinco décadas, las mismas que cumplimos este año como diario, es al mismo tiempo un elevado compromiso, pues se ha institucionalizado como el premio más importante a la producción gráfica publicitaria del país. Este galardón es asimismo el resultado de una clara apuesta por el sector de la prensa gráfica, del periódico impreso.
La persistencia y la perdurabilidad de El Gallo de Oro claramente no sería posible en estos tiempos tan acelerados, tan cambiantes y con tantas formas y fuentes de comunicación, sino fuera por la credibilidad que goza nuestro trabajo diario.
Es cierto que Última Hora entrega año a año este galardón al aviso publicitario más creativo del año, como una manera también de agradecer por el compromiso de las agencias y sus creativos, pero también por seguir creyendo en nuestra propuesta de seguir haciendo buen periodismo, creíble e independiente.