Víctor Sostoa
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En fútbol no existe una verdad absoluta en cuanto a las estrategias y esquemas que debe adoptar un determinado equipo para lograr un resultado positivo o al menos contrarrestar el juego rival.
La mayoría de los entrenadores que enfrentan a Olimpia han decidido presionar alto y con intensidad al equipo de Garnero y relativamente esa estrategia funcionó, al menos para incomodar por momentos al Decano, porque hasta ahora no han podido vencerlo.
Sin embargo, Leonel Álvarez desechó esa idea de jugar y con equipo alternativo dejó que Olimpia tenga la pelota y realizó una marcación posicional. Dio mucha ventaja por el carril izquierdo de su defensa, ubicando a Espinoza de lateral. Justo en el sector donde los franjeados tienen a Otálvaro y Ale Silva.
Aun con toda esa licencia, Olimpia no pudo sacar mucha ventaja en el primer período. Marcó un gol y Martín Silva le privó de otros dos goles y terminó empatado ese tiempo, con el extraño gol en contra de Alfredo Aguilar.
Arma letal. Daniel Garnero tiene de suplente a Tabaré Viudez, que las veces que ingresa se convierte en el revulsivo, en el jugador que no solo es capaz de cambiar el ritmo de su equipo, sino del partido mismo.
El charrúa transformó una jugada común en una de gol. Decidió acelerar y dejó en el camino a dos rivales y la velocidad le sumó precisión para habilitar a Santa Cruz y este de cabeza puso el 2 a 1.
Parecía que Libertad acusó el impacto y Olimpia tuvo el penal para liquidar el juego, pero Martín Silva agigantó aun más su figura y detuvo el remate de Mendieta. Esa incidencia le devolvió el alma al cuerpo a Libertad que fue en pos del empate, que llegó gracias al gol del Pollo Recalde.
Sobre el segundo minuto de reposición, el Decano se quedó con el agónico triunfo, con el gol, de rebote, del Willy Mendieta.