El argentino Nicolás Garzia, de 36 años, es hoy uno de los mayores productores de conciertos en Paraguay, con convocatorias multitudinarias. A través de la empresa Garzia Group, nombre bajo el cual opera en el mercado desde el 2008 en Paraguay y Argentina, consiguió durante el transcurso de este año incluir a Asunción en la agenda de los grandes artistas del momento.
Asegura que “traer a un artista es una inversión de alto riesgo”, ya que la venida de un músico significa grandes compromisos, desde gastos en impuestos, pago a músicos y equipo técnico, aranceles municipales y autorales, y otros. “Paraguay es uno de los únicos de la región donde la entrada a conciertos tiene impuesto. En Argentina, los boletos están exentos de gravámenes, como contribución a la cultura”, dice.
NEGOCIO. Antes de crear su empresa, Garzia se dedicaba a negociar a título personal con los artistas, para administrar sus giras. “Desde el 2004 vine al Paraguay a vender propuestas de conciertos, y desde el 2008, opero como Garzia Group, un negocio familiar”, detalla.
REGUETÓN. Comenta que ahora gestiona la gira en el Cono Sur del dúo Wisin y Yandel. Recordó que sus inicios en el mercado sudamericano fue con la música latina. Primero, trabajaron con artistas de reguetón, y luego, con músicos de salsa, ya que con estos avizoraron un gran potencial de negocios en la región.
“Mediante contratos con artistas a nivel sudamericano, gestionamos por cinco años (2005-2009) la gira de Don Omar; por otros cinco años (2006-2010), los recitales del grupo Aventura; y a Daddy Yankee, del 2008 al 2009", señala.
Aunque en los últimos años se están desligando del reguetón, Garzia confirma que fueron los primeros en traer a artistas de este género a Argentina y a Chile. “Nuestro primer gran concierto de reguetón fue con Wisin y Yandel, con 72.000 personas en Chile, en abril de 2008", cuenta. Añade que en Paraguay, el primer show realizado como Garzia Group, fue en octubre del 2008, con Don Omar.
Percibe, además, que en ese momento el reguetón tuvo buena repercusión en Centroamérica, por lo que lograron -por contrato- la primera gira exclusiva del grupo Aventura, gerenciando sus recitales en Perú, Chile y Argentina. “En Perú, con este artista, juntamos 30.000 personas en 2009. También tuvimos convocatorias masivas en el Luna Park (Buenos Aires) y en Movistar Arena, de Santiago (Chile)”, relata.
SALSA. Gracias a estos artistas, notaron que el negocio funcionaba bien. Entre 2008 y 2009 Garzia decidió incursionar en la salsa, con artistas como Gilberto Santa Rosa y Rubén Blades. Tras estos, realizaron contratos en otros géneros. “El primer show que marcó nuestra trayectoria fue Luis Miguel en Paraguay, una de nuestras referencias claves para poder traer a otros artistas”, dice Garzia.
Así, comenzaron a llegar a Asunción estrellas de la talla de Shakira, Milley Cirus, Nick Jonas, Guns N’ Roses y ahora Aerosmith.
Y el 2012 promete mucha más música, con proyectos que incluyen a grandes estrellas de la música, entre ellas Metallica.
<h2>ESTABLECIDO EN ASUNCIÓN</h2>
Nicolás Garzia comenta que se metió por casualidad al negocio de contratar artistas. “Mi papá tenía una productora de tevé, y fue así que tomé contacto con muchos artistas. Y así, por casualidad, entré a este negocio”, revela.
Aseguró que la matriz de Garzia Group está asentada en Asunción, desde la cual maneja las giras regionales de los artistas, que incluyen a Chile, Perú, Argentina, Uruguay y Paraguay. “Como me casé con una paraguaya, en diciembre de 2008, y ya tuve un hijo, prioricé establecerme en Asunción por este motivo”, especifica el empresario.
Revela que, a partir del 2012, tiene planes de operar en el mercado de Brasil, del cual también busca traer artistas. También está monitoreando a otros músicos latinos para el mercado regional.
Asegura que para traer a un artista, las negociaciones pueden durar seis meses. “La mayoría de los artistas piden por adelantado entre 50 y 70 por ciento del caché. En el caso de los grandes artistas, incluso exigen un 80 por ciento de adelanto”, cuenta, además de detallar que los grandes artistas exigen varios requisitos, desde el lugar a actuar hasta la trayectoria empresarial. “Traer a un artista no es solo cuestión de dinero”, afirma.