La propietaria del refugio Belén, Raquel Flores, manifestó a Última Hora, aún con un tono afligido, que hay gatos que siguen asustados y también con problemas pulmonares.
Adelantó que durante la tarde de este martes irán unos voluntarios hasta San Lorenzo a ayudarle a trasladarlos a una veterinaria para nebulización.
“Los poquitos gatitos que nos quedan están un poco desmejorados”, indicó con pena. En el incendio registrado el sábado, cincuenta gatos fallecieron, ya sea quemados o por asfixia debido a las llamas y la humareda. Además, otros huyeron del lugar asustados por el fuego.
“Emocionalmente solo Dios nos sostiene, porque vivo para los que quedaron”, expresó Flores. Parte de su propia vivienda se vio afectada por el siniestro, ya que se formaron rajaduras en las paredes. El incendio también consumió parte de la chapa de zinc que le servía de techo para los felinos.
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En ese sentido, la mujer señaló que le faltan las chapas para también proteger las camas de los animales. Espera que no haya ninguna lluvia ya que no tendrían dónde guarecer los objetos.
Igualmente, Flores informó que ya hubo personas que acercaron alimentos y colchones para los animales. Aunque faltan arroz e hígado de pollo, que tenían en los refrigeradores del lugar y se perdieron a consecuencia del fuego.
Entre ella, su esposo, un primo y su compadre están trabajando para levantar los restos del lugar.
El refugio Belén funciona en Reducto, San Lorenzo, desde hace más de 10 años. El sábado sufrió el incendio en extrañas circunstancias.
La propietaria y su esposo salieron por unos minutos, unos 15, y al volver encontraron la casa en llamas. La mujer se quejó de que los bomberos tardaron en llegar. Finalmente, el fuego fue controlado, pero 50 gatos fallecieron.