El miércoles llegaron a los hospitales del enclave 99 cadáveres y 169 heridos, lo que elevó el total de muertos desde el comienzo de la guerra a 41.788 y el de heridos a 96.794, sin contar los miles de cuerpos que permanecen aún enterrados bajo los escombros.
Las cifras publicadas hoy, muy superiores a lo que se venía registrando en el territorio durante las últimas semanas, coinciden con un recrudecimiento de los ataques israelíes contra toda la Franja, incluidos centros de desplazados que, según Israel, Hamás utiliza para esconderse y planear ataques.
El incidente más letal tuvo lugar en las localidades de Jan Yunis y Rafah, en el sur, donde una incursión israelí dejó ayer al menos 58 muertos.
Según la cadena catarí Al Jazeera, la incursión, que duró horas, estuvo apoyada por fuego de artillería, y varios edificios residenciales fueron destruidos mientras la gente se refugiaba en su interior.
Además, Israel atacó ayer una escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en el campamento de refugiados de Nuseirat, dejando cuatro muertos y 15 heridos.
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Según fuentes palestinas en el enclave, la intensidad de los ataques está relacionada con el ataque iraní con casi 200 misiles del martes, que puso a las fuerzas israelíes en alerta, temerosas de que la población palestina aprovechase la situación para cruzar las fronteras.
En lo que va de jueves, al menos siete personas, incluido un menor, han muerto en dos ataques israelíes, ambos contra residencias de Nuseirat, según la agencia de noticias palestina Wafa.
Fuente: EFE