El último partido no fue uno más, ni uno cualquiera. Aquel que se desarrolló en el Estadio Municipal de Villa Tunari, en Cochabamba, Bolivia. Ese que jugó la Albirroja Sub 20 del equipo femenino cuando enfrentó a Argentina, y en el que se impuso por tres goles a uno, se trató de un encuentro igual de importante que los cuatro anteriores. Las chicas venían de vencer a Ecuador por 2-0, a Chile por 5-1, de un empate con Colombia 1-1, y otra victoria sobre Bolivia por 2-0. Mediante estos resultados, se convirtieron en campeonas invictas de fútbol femenino, en los XI Juegos Suramericanos 2018, que organiza la Organización Deportiva Suramericana (Odesur). Al combo de victorias, le sumamos la clasificación del equipo al Mundial de Francia de la categoría, que consiguió en enero y que se jugará el próximo agosto.
Por todo esto es que Epifania Benítez, su entrenadora, las bautizó como Generación Dorada. Ella está convencida de que marcarán la historia del fútbol femenino.
Epifania soñó con este momento. A sus 37 años, es la primera mujer que entrena a la Albirroja femenina, desde marzo de 2017. Tiene el título de licenciada en Educación Física y tras dos años de estudios también se recibió como directora técnica de fútbol de campo, en el Instituto Privado del Deporte, en Paraguay. Hay otras mujeres que egresaron del mismo instituto, como Karen Ruiz Díaz y Jessica Mendoza. La primera todavía no ejerce su formación y la segunda trabaja con el club de la Universidad Autónoma de Asunción (UAA). También está Jessica Jara, que es profesora de Educación Física y dirige a jugadoras del Independiente.
Son contadas todavía las que comienzan a profesionalizarse en el país, en un ámbito mayoritariamente de hombres, a pesar de que la FIFA ya exige que un cuerpo técnico cuente entre sus filas con al menos una mujer, ya sea como entrenadora o asistente técnica, explica Epifania. Pero para las jugadoras todavía no existe ese campo. Para ellas, que dejan alma y corazón en la cancha, por el momento todo es “por amor a la camiseta”, como dice Fanny Godoy, capitana y volante de la Sub 20.
Una versión de la historia indica que a finales de los 60 y principios de los 70, las mujeres ya jugaban fútbol en el país, pero la dictadura de Stroessner lo prohibió. Años después se retomó. En 1997, la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) organizó el Campeonato Paraguayo de Fútbol Femenino, de modo experimental. Recién dos años más tarde se realizó de forma oficial. Actualmente participan 10 clubes locales y a muchas de las chicas de los equipos se las convoca a la Selección albirroja.
Hoy, después de casi 20 años, el fútbol para las mujeres todavía no está profesionalizado.
ORIGEN DEL CALIFICATIVO. La entrenadora de la Albirroja femenina Sub 20 bautizó como la Generación Dorada al equipo que conformó para los Juegos Suramericanos de Cochabamba. Con este calificativo también fue conocida la selección argentina de basquetbolistas, que consiguieron una gran cantidad de medallas de oro, plata y bronce.
Hay talento
“Las entrenadoras somos hijas de los resultados”, remata Epifania Benítez, después de contarnos su trayectoria en el deporte y sabiendo la responsabilidad que pesa sobre ella. Fue jugadora por un poco más de cuatro años. Parte de 2005, 2006 y 2007 estuvo en la UAA. Entre 2008 y 2009, en Arcadia –un club paraguayo que ya desapareció–. Dejó pronto el fútbol por un daño físico. Cuenta: “Integré un solo año la Selección; faltando dos días para el debut, me lesioné la rodilla y quedé fuera del campeonato. Desde entonces dije que se daría la revancha, pero de otra manera”. A partir de ahí, comenzó su carrera de entrenadora. Primero fue en Arcadia un año y luego en la UAA, cinco años. Con ilusión solía decir: “Alguna vez voy a estar en la Selección y armar mi propio equipo”. Y así ocurrió hoy, tal cual.
Todo esto revela la profe del plantel, antes de comenzar a entrenar a las chicas, en Ypané, en la Albiroga. Algunas veces se practica allí, otras en las instalaciones del Comité Olímpico.
A las jugadoras de la Selección, en esta oportunidad, les toca practicar en una de las canchas de fútbol, cuyas dimensiones son de 100 por 70 metros. Allí se hacen las prácticas de pretemporada para el Mundial de Francia. Para ese campeonato faltan solo dos meses. Tendrán que concentrar desde el 10 de julio. “Contra Ecuador, por ejemplo, concentramos dos meses”, acentúa la profe, haciendo una comparación con el tiempo que también necesitarán esta vez.
Así que comienza la pretemporada para las chicas. Llegan todas juntas hasta la cancha de fútbol donde harán las prácticas. En total son 22, aunque Jéssica Martínez no está con sus compañeras, porque tuvo que volver al Brasil, donde juega para el Santos. Tampoco entrenará con ellas Lice Chamorro, quien sufrió una lesión, pero igual fue a ver a las demás para alentarlas. Cada una tiene puesto un conjunto azul, un short y una remera mangas cortas con los diseños de sus respectivos sponsors. Estas dos jóvenes –Jéssica y Lice– se destacan por haber realizado varios goles en los últimos campeonatos en los que participaron.
Tanto Fanny Godoy, la capitana, como Epifania Martínez, la profe, coinciden en que los logros que consiguió este equipo hasta el momento se deben a un esfuerzo en sinergia. Un trabajo de todas. “Siempre hablamos de esto. Acá no hay una ídola, porque si se gana un partido, ganamos todas”, subraya Fanny, dando a entender que una jugadora no haría todo el partido. “Desde el arco hasta la delantera, ellas se complementan muy bien. Tengo una excelente arquera. Mi defensa es intocable. Mi medio campo y mi lateral ni qué decir. Para mí son un complemento perfecto”, formula con orgullo Epifania.
También existen
Antes de correr en la cancha, las jugadoras que fueron a entrenar en la Albiroga realizan un trabajo preventivo, acompañado y orientado por una kinesióloga. Usan elementos para estirar las piernas, masajearlas y hacer los saltos. Antes de entrar en calentamiento, realizan todo ese procedimiento. Después deberán pasar entre los conos alineados y las argollas que están puestas a un costado de la cancha. La profe Epifania tendrá que conformar los equipos de 11 a 11, para que vayan al campo de juego. Se ven las ganas en esto, se ve el amor que le ponen y la pasión con la que encaran cada detalle. En el lugar, todo está supervisado por un equipo técnico multidisciplinario: médicos, asistentes y dirigentes.
“Las chicas dicen que tenemos que traer el oro para que nos hagan caso”, reproduce Epifania y critica el hecho de que la gente desconozca los encuentros sudamericanos que juega la Selección femenina. “Nadie iba a estar expectante si no era por la APF, porque no se televisan nuestros partidos como los masculinos”, cuestiona. Mientras, por su lado, Fanny sostiene: “Depende de nosotras dar mejores resultados y llenar la cancha”.
De un tiempo a esta parte, la Selección femenina Sub 20 hace honor al título que le dio su profe, el de Generación Dorada. Así como Epifania, Fanny también está segura de que ella y sus compañeras están marcando un hito en la historia del fútbol femenino. Se acuerda de una anécdota: “En 2013, por ejemplo, jugamos acá el Sudamericano de la Sub 17, donde clasificamos para Costa Rica. Fue en la cancha Fernando de la Mora. En los primeros partidos no había casi apoyo, solamente el de los familiares que iban a vernos. Llegamos a la final invictas, y ya cuando estábamos clasificando al mundial recién se llenó el estadio. Al final, el Fernando de la Mora quedó chico para la cantidad de gente. Y sucedió eso porque la prensa televisaba el partido. Es la única forma de darnos a conocer”.
Fanny Godoy cita algunos países donde está profesionalizado el fútbol femenino, y por ende, los partidos se juegan a estadio lleno: Brasil, Venezuela y Bolivia. “En Paraguay, los clubes grandes no te van a dar la oportunidad de jugar en sus estadios porque la gente no ve nuestros partidos”, opina.
PROTOTIPO DE JUGADORAS. Epifania Benítez encabeza un proyecto que se denonima Prototipo de jugadoras, que busca chicas ideales para conformar la Selección Sub 17 que participará de los Juegos Sudamericanos 2020. Este plan se pretende presentar a la APF y consiste en trabajar con jugadoras de 14 años que tengan medidas adecuadas de altura y peso. Esto implicaría una inversión económica importante, ya que la búsqueda sería hasta en los clubes del interior del país.
Igualdad de oportunidades
El fútbol arranca. En el entrenamiento, las 11 jugadoras de cada equipo están listas en sus respectivas posiciones dentro de la cancha. Todas despliegan sus habilidades en el campo de juego. Corren a gran velocidad, chutan con fuerza, reciben la pelota con la cabeza o la bajan con el hombro; una picadita aquí y por allá una marca que defiende rudamente el área. De un pase a otro se pasea el balón, cuyo único objetivo es ingresar a la portería y tocar las redes, para que eso desate el festejo. Ellas también están jugando bajo las mismas reglas que ellos –los hombres–, con un alto nivel.
Hasta el momento, la Selección femenina Sub 20 no recibió palabras de aliento o apoyo de parte de algún referente del fútbol masculino o jugador de la Albirroja, según relata Fanny. En cambio, sí de parte de los dirigentes. “El profesor Gustavo Morínigo, por ejemplo, está muy involucrado en lo que hacemos y nos brinda siempre su apoyo”, resalta a continuación, refiriéndose al coordinador general de la Selección mayor.
Según Epifania Benítez, tanto la Conmebol como la FIFA y la APF ya exigen que los clubes de Primera tengan su equipo femenino para que se profesionalicen de a poco. “Con estos logros se están abriendo más oportunidades”, considera la entrenadora del seleccionado albirrojo. Reconoce que las mujeres podrán tener un físico o una velocidad diferente a los varones, pero si se profesionaliza el fútbol, cree posible llegar al mismo nivel. Fanny también expone su punto de vista al respecto: “Necesitamos más apoyo, en el sentido de que esto sea profesional para nosotras, porque hay compañeras que tienen que trabajar o estudiar una carrera a la par. En el colegio mismo, muchas veces no te quieren dar permiso para ir a entrenar”.
Desde el cuerpo técnico de los clubes en el fútbol local ya se están abriendo puertas, pero todavía queda profesionalizar a las jugadoras.
“Esta Selección da para más y esperamos ir al Mundial de Francia para seguir haciendo historia. Pedimos que confíen en nosotras. No solo los hombres pueden traer alegría al país”, concluye Fanny Godoy, y cierra su frase con una maravillosa oración: “Nosotras también podemos”.