29 nov. 2024

Gestión de recursos humanos en sector público es deuda pendiente

Los escandalosos casos de nepotismo que salieron a la luz vuelven a poner en el debate el problema de la gestión de los recursos humanos en el sector público. Si bien Paraguay cuenta con una normativa vigente, esta no se cumple y no se penaliza su incumplimiento. En el Congreso existe otra propuesta que, según el Poder Ejecutivo, tendería a mejorar la gestión; sin embargo, si no hay voluntad política para castigar a los que la violan, plantear una nueva propuesta solo muestra la intención de desviar la atención.

La profesionalización de los servicios civiles resulta un aspecto fundamental para favorecer el desarrollo económico, social y la lucha contra la corrupción. Uno de los factores determinantes en la capacidad institucional del Estado es contar con un servicio civil profesional.

La profesionalización del servicio civil no es un objetivo en sí mismo, sino que está orientado a mejorar el rendimiento de las organizaciones del sector público y, por lo tanto, los servicios que reciben los ciudadanos.

Los funcionarios de carrera del sector público cumplen un rol protagónico en la mayor parte del diseño de las políticas públicas y en todo el proceso de implementación, por lo que su labor tiene un alto impacto en la calidad de la entrega de bienes y servicios.

Un servicio civil competente y profesionalizado garantiza que las políticas y organizaciones públicas se adapten continuamente a las condiciones cambiantes de la sociedad y del entorno. Frente a las restricciones presupuestarias y a las exigencias ciudadanas por más y mejores prestaciones, el servicio civil debe incorporar objetivos de satisfacción del usuario, eficiencia y resultados.

Más allá de los objetivos anteriores, el alto peso de los recursos humanos en el total de gastos públicos también obliga a garantizar una buena gestión, ya que de ello depende la legitimidad del Estado y el compromiso ciudadano con el pago de los impuestos que financiar los salarios y las remuneraciones públicas.

Un estudio realizado en Paraguay en 2013 señalaba que la afiliación partidaria era el principal criterio para el reclutamiento del personal en el sector público y en segundo lugar, los contactos personales. Por otra parte, una investigación periodística de Última Hora había revelado que el 70% de los funcionarios del Poder Judicial están afiliados al Partido Colorado; magistrados, jueces y camaristas no solo están afiliados a la ANR, sino que, pese a que no está permitido, votaron en las internas partidarias.

Esta situación no cambió, al contrario, al parecer está empeorando si se consideran los escandalosos casos de nepotismo que se han venido denunciando en las últimas semanas y que involucran a hijos, hijas y esposas de parlamentarios.

Esta situación llama la atención, ya que Paraguay cuenta con una ley desde el año 2000, cuyo objetivo es justamente regular la situación jurídica de los funcionarios y de los empleados públicos, el personal de confianza y el contratado.

En este momento se está discutiendo en el Parlamento otra propuesta de ley presentada por el Poder Ejecutivo con el objetivo de establecer reglas claras para el ingreso, permanencia y salida de los funcionarios públicos y brindará garantías a la ciudadanía de que se defiendan los intereses de todos, según referentes del Ejecutivo.

El propio presidente Peña resaltó la importancia de establecer el concurso competitivo para el ingreso a la función pública y también de regularizar las particularidades de los cargos de confianza; sin embargo, la ley vigente ya considera esa figura actualmente distorsionada y en clara violación por parte de parlamentarios quienes están nombrando a sus hijos y parejas bajo esa figura. Es decir, el problema no es necesariamente la existencia de regulaciones, sino la impunidad ante el incumplimiento.

La aprobación de una nueva norma puede ser positiva, pero si se hubiera cumplido la vigente estaríamos bastante mejor y, sobre todo, sin los escandalosos nombramientos descubiertos en los últimos días. Esperemos que la discusión sobre el proyecto de ley, actualmente en el Congreso, no sea solo una excusa para distraer la atención.

Más contenido de esta sección
Un proyecto que buscaba modificar el Código Penal para evitar que los casos de corrupción prescriban en la Justicia fue rechazado por los diputados y enviado al archivo. Se buscaba endurecer las penas, ampliar el universo de tipos penales, extender plazos para la prescripción y endurecer criterios de medición de la pena para delitos de corrupción pública y privada, con énfasis en la corrupción cometida por funcionarios públicos. El rechazo de esta propuesta parece una verdadera declaración de intenciones.
Mientras el ex diputado colorado Juan Carlos Ozorio opera para obtener una medida sustitutiva a la prisión, la Cooperativa San Cristóbal, de la que fue presidente, siente las devastadoras consecuencias de haber sido una entidad a través de la cual, presuntamente, se puso en circulación el dinero proveniente del tráfico ilegal de drogas. Perdió la confianza y a miles de socios. Es un ejemplo de lo que les sucede a las instituciones cuando falta fiscalización. Si no mejoran los controles, este caso se volverá a repetir, con los mismos funestos resultados.
El hecho de que la mayoría oficialista del senado haya retrocedido en la barbaridad cometida cuando devolvió fueros a senadores previamente desaforados que están siendo investigados por la Fiscalía, puede verse como que enmendaron un error. Sin embargo, una acción que significó el atropello a la Constitución Nacional no debe quedar impune. Los 23 senadores que votaron por devolverle los fueros a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola, deben ser investigados, pues en un estado de derecho nadie está por encima de la ley.
Hace unos días, fue intervenida una estancia en Fuerte Olimpo, Alto Paraguay, y en el lugar fueron detenidas diez personas de cuyo poder incautaron fusiles AR47 y una avioneta Cessna, además descubrieron una pista clandestina que habría pertenecido a la estructura liderada por el supuesto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y al presunto líder de tráfico de drogas, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico. Resulta insostenible la falta de control del espacio aéreo nacional, ante la impasividad o complicidad de las autoridades.
Aproximadamente, unos 1.300.000 niños y adolescentes paraguayos retornaron a clases en los establecimientos educativos públicos hace unos días, y el escenario que hallaron muchos de ellos ha sido el de una infraestructura deficiente y precariedades. A pesar de que la Constitución Nacional consagra el derecho a la educación, frente a la realidad a la que asistimos, parecen apenas palabras vacías de significado debido a la ceguera de nuestros líderes políticos para anteponer los intereses de la mayoría y apostar por el presente y el futuro del país.
El acceso de los niños a alimentos adecuados y saludables es esencial para garantizar su bienestar físico, intelectual y social. Los programas de alimentación escolar han formado parte de la política educativa desde hace más de un siglo y permanecen en la actualidad, independientemente del nivel de desarrollo de los países y de los ingresos de los hogares. Pero en todos los países el programa se ha planteado de manera integral y tiene alto consenso social. Paraguay no puede ser una excepción. Los cambios planteados solo generaron conflictividad, a la vez de que no garantizarán mejoras sustanciales.