24 nov. 2024

Gilda Ruiz de Segovia: “Mientras tenga energía seguiré en el arte”

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Mborayhu porã. Clases en el IMA.

La destacada profesora superior de danzas y música, Gilda Ruiz de Segovia, compartió con ÚH su “inexplicable emoción”, tras recibir el pasado 11 de noviembre la Orden Nacional del Mérito en el grado de Gran Cruz, gracias a su trabajo a lo largo de los años en el mundo artístico paraguayo.
“Es pura emoción recibir este reconocimiento, un honor profundo, me siento emocionada, halagada”, destacó la docente que hasta hoy ejerce como tal en instituciones de nuestro país.

Gilda se reconoce a sí misma como una persona de “perfil bajo”, y alguien que siempre se expresa a través de su arte, de la danza, donde coloca sus emociones y sentimientos, su forma de expresión en el mundo.

Acerca del importante reconocimiento detalla que “no se trata de un sueño cumplido” porque jamás soñó tenerlo, pero lo comparte con quienes comulgan su pasión por el arte, “un camino tan largo no se recorre sola”.

Este honor recibido es para ella un símbolo que representa años de dedicación y de un trabajo colectivo, “por mantener vivas nuestras tradiciones y elevar el talento nacional”.

En torno al alto destaque otorgado por el Estado paraguayo enfatiza que se trata de un recordatorio del valor que nuestra sociedad le otorga al arte, a la cultura.

“En Paraguay nuestras raíces culturales, muchas de ellas tradicionales, están tan vivas, presentes en cada rincón de manera fantástica y folclórica, desde nuestro amado guaraní, hasta la tradición de nuestros yuyos, textiles, danzas, cerámicas, sigue muy presente en la sociedad que todos los días hace una puesta en valor”, expresa.

A su forma de entender, cuando la trayectoria de un artista se reconoce públicamente, “se valida el esfuerzo de todos, y se envía un mensaje a las futuras generaciones de que vale la pena seguir este camino”.

Documental. Además de la condecoración, Gilda Ruiz recibió un homenaje, a través del documental Mborayhu porã, dirigido por Armando Aquino, producido por Maneglia Schémbori.

Acerca del material señaló que “ambas son formas de decirles a los artistas y a la sociedad, ‘el amor por la cultura, por lo nuestro acompañado del esfuerzo, el talento y la perseverancia son valiosos para el país’, ayudan a mantener y a reafirmar nuestro acervo cultural”.

La docente especializada en Paraguay y el exterior asegura compartir del todo el objetivo, la emoción y la pasión de Mborayhu Porã y los valores que se transmiten en él.

“La temática, la puesta en valor todo es una maravilla”, destacó del trabajo que se encuentra disponible en plataformas digitales, y que se vio el domingo 17 de noviembre en varios canales de tevé, entre ellos, Telefuturo y Latele.

La maestra subraya que cuando reconocemos a quienes dejan un legado en sus comunidades, honramos los valores de esfuerzo y amor hacia el prójimo.

En su sentir, observa que el orgullo de ser y pertenecer a esta tierra es compartir un sentir que emociona y une, “esta es una de las mejores formas de sumar a la historia, porque demuestra que en lo cotidiano de nuestras comunidades y en el esfuerzo de cada persona, se encuentra la verdadera esencia de lo que somos como país”.

Mensaje. Aunque Ruiz confiesa no ser de dar consejos, y mucho menos relacionados con éxito, “que es algo tan relativo”, reflexiona, sí quiere dejar un “pequeño mensaje de contestador”, a los estudiantes de danza.

“La clave está en la perseverancia, en el respeto por su arte y en una constante dedicación. La danza exige una entrega completa, no solo técnica, sino emocional y espiritual”, manifiesta.

A sus colegas docentes, les recuerda la enorme responsabilidad de inspirar y formar no solo bailarines, sino personas que amen el arte y valoren su propio crecimiento personal a través de él y la responsabilidad para con “nuestro folclore, con nuestra historia y con el legado de nuestros abuelos”.

En ocasiones refiere que decir que algo es “tradicional” es como condenarlo a algo desfasado, viejo o de otras épocas “pero lo tradicional también habla de raíces, de lo que fuimos y de nuestras bases culturales y folclóricas que son nuestra historia”.

Su recomendación es que siempre encuentren alegría en lo que hacen, disfruten de seguir aprendiendo y recuerden el poder de transmitir pasión.

Agradece a las personas que sumaron en sus logros, empezando por sus padres, a su hermana Celia, a su esposo, a sus hijos, a sus maestros, a sus colegas, estudiantes y a todas las personas con quienes compartió aulas, escenarios, festivales, praderas y galpones, caminos, tesis y tesinas en cada rincón del país. Y a todos los que hicieron posible este cálido homenaje en vida.

Gilda incansable advierte, “la danza es un campo infinito, y mientras me quede energía y amor por el arte, seguiré buscando formas de contribuir, de transmitir, de crear”. Además, remarca su gran agradecimiento a la danza, que le regaló recuerdos imborrables, amigos, viajes, muchas anécdotas.

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Orden Nacional del Mérito. La maestra de danza Gilda Ruiz de Segovia.

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