La insuficiente carga de pavimento se hizo evidente, ya que en menos de dos meses varios tramos –de las 24 cuadras asfaltadas– empezaron a mostrar grietas y un deterioro palmario.
La obra, concluida entre junio y julio de este año, empezó a mostrar graves problemas como hundimientos y el afloramiento de adoquines en varias áreas, incluyendo la Avda. Pinedo y las calles cercanas a la Terminal de Ómnibus.
Según la Ing. Ana Fernández, secretaria de obras de la Gobernación, la empresa se ha comprometido a reparar inmediatamente los sectores afectados. Sin embargo, se ha destacado la problemática de la base de los adoquines como causa principal de estos problemas.
A pesar de que la gobernadora solicitó a la empresa mantener la calidad del asfaltado durante el plazo de cinco años, este acuerdo no está contemplado en el contrato formal.
Lo que llama la atención es que la Gobernación se volcó a adjudicar esta obra a la oferta más elevada. Es que la firma Agro Emanuel Import Export SA, precisamente, presentó la oferta más alta entre los competidores, muy por encima de otros dos oferentes.
Los paquetes presentados por Chaves Constructora SAI y TR Construcciones SA fueron por G. 3.416.516.858 y G. 3.176.863.067, respectivamente, conforme con los documentos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
La Gobernadora, Liz Meza, señaló que ha verificado el estado de las calles y que no le preocupa el rápido desgaste.
Confía –dijo– en que la empresa adjudicada va realizar la reparación pertinente en forma inmediata, ya que se trata de una empresa asentada en Concepción.
Meza no ocultó su preocupación respecto al futuro del asfaltado en razón de que atribuye este acelerado daño de la capa asfáltica a la cantidad de vehículos pesados que ingresan al centro de la ciudad. Además, culpa a la Essap por los caños rotos que contribuyen al deterioro del asfaltado.