Hasta ahora, las voces del sector privado afirman que es inevitable el incremento de entre G. 600 y G. 800 en el precio de las naftas y del gasoil a partir de febrero próximo.
Argumentan que el precio internacional, como también la escalada del dólar que superó los 7.000 guaraníes, hace difícil poder sostener los precios actuales.
Mancuello señaló ayer a ÚH que el Equipo Económico ahora se encuentra tratando planes para minimizar el impacto de la sequía, pero también ya está analizando el tema de los combustibles. “Petropar ya está trabajando en la revisión de sus costos y estimación de stock”, aseveró.
Añadió que, en paralelo, la próxima semana se reunirán con productores de biodiésel y los emblemas, con quienes acordaron trabajar en una fórmula, además de transparentar los costos del sector que permitan tener precios referenciales. Subrayó que esperan tener listo un acuerdo y salida para fines de enero, a partir de que “es considerada la prioridad inmediata”.
Igualmente, recordó que es un tema bastante complejo a partir de que el sector combustible está desregulado y los precios son libres. “Por eso es que tenemos esto como prioridad”, enfatizó.
propuestas. En cuanto a las alternativas que se barajan para frenar un incremento o que sea el menor posible, de nuevo se planteó ver la posibilidad de reducir el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), que es significativa en las naftas y menor con los tipos de diesel que se comercializan en el mercado.
Sin embargo, esta posibilidad ya fue descartada el año pasado y difícilmente tenga curso en esta oportunidad.
Lo que el sector privado también había solicitado anteriormente es bajar o suspender el porcentaje de mezcla del gasoil con el biodiésel que actualmente tiene un precio muy elevado y la ley exige que se mezcle al dos por ciento con el gasoil común.