El proyecto se encuentra aún en una fase preliminar en el Ministerio de Seguridad argentino, donde se están estudiando “regulaciones de algunos países” para, con base en estas, elaborar un proyecto.
Una vez que se finalice este primer borrador, se presentará a otros ministerios, asociaciones y organismos para sumar actores a la discusión.
Los reclamos de los consumidores argentinos
Valeria Salech, presidenta de Mamá Cultiva, una de las principales asociaciones que defienden la despenalización del cannabis, explicó que para su organización es necesaria una ley que entienda el cannabis como una cuestión de salud y que no entre a categorizar a los consumidores como “recreativos” o “medicinales”.
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Salech también subrayó la importancia de garantizar el acceso al cannabis mediante la legalización del autocultivo, la importación legal y la “producción pública” de la sustancia.
Por último, la presidenta de la asociación consideró imprescindible que, en paralelo a la implantación de la ley, se realicen labores de capacitación de las fuerzas públicas así como en institutos secundarios sobre las características del cannabis.
El canabis, un tema de campaña
La despenalización del cannabis estuvo presente en la campaña electoral de las últimas elecciones celebradas el 27 de octubre de 2019 en las que Alberto Fernández venció al anterior presidente, Mauricio Macri (2015-2019), que optaba a la reelección.
Fernández cargó contra las políticas de seguridad del Ejecutivo de entonces asegurando que la lucha contra el narcotráfico había sido un fracaso y que la solución no era “perseguir a los fumadores de porro”.
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Su postura en campaña se vio reflejada en apariciones ante los medios de distintos miembros de su Ejecutivo como la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, quien se mostró a favor de cambiar la ley el mes pasado.
Esta opinión también la mantuvo el ministro de Salud, Ginés González.
Países vecinos
Los países vecinos pueden servir como espejo para Argentina, ya que Uruguay legalizó la marihuana en 2013, mientras que la ley para la despenalización en Chile llegó a ser aprobada en la Cámara Baja, aunque quedó paralizada, ya que el Senado no emitió resolución alguna.
El proyecto de ley chileno busca legalizar el autocultivo como forma de combatir los altos precios de la marihuana medicinal en el país, legalizada en 2015.
Por su parte, Uruguay se convirtió en 2013 en el primer país latinoamericano en legalizar la marihuana recreativa con una ley que convirtió al Estado en el principal distribuidor y productor de la sustancia a través de farmacias autorizadas.
En Argentina, la última novedad en la materia se dio en 2017, cuando el Ejecutivo de Macri aprobó una ley que permitía el uso de marihuana medicinal para ciertas enfermedades crónicas así como la producción a instituciones científicas.