El abogado Marcial González, hermano de la ex senadora opositora Kattya González, mencionó que la recurrente afición al ridículo al que nos tiene acostumbrados el Ejecutivo paraguayo no da treguas ni descanso, al hacer hincapié en el intento por parte del gobierno de dejar de recibir ayuda de la DEA, organismo antidrogas americano.
González escribió un artículo rememorando la polémica desatada en torno al caso y el posterior papelón y la reculada del gobierno encabezado por Santiago Peña.
“El reciente papelón del gobierno ante la DEA, a la cual, en un ataque de chovinismo delirante tan prepotente como desatinado, un funcionario del Gobierno con rango de ministro le comunicó que el libre y soberano pueblo paraguayo ya no necesitaba del apoyo logístico, profesional, estratégico, tecnológico e institucional que brinda la Agencia americana encargada de combatir el flagelo de la droga y el crimen organizado, superó largamente los elevados estándares de estulticia que el Gabinete de Peña ya había sentado en otros muchos temas”, comienza diciendo González.
Menciona que las cantinflescas justificaciones brindadas por el presidente Peña y algunos de sus ministros cuando la Agencia americana les plantó rostro, obligándolos a explicar públicamente que dejaban sin efecto su patriotera decisión y así, volver a retomar la agenda de cooperación entre el Paraguay y la DEA, “serían apenas anecdóticas si no fuera por el hecho cierto que representa que el asunto incumbe, involucra, se relaciona y se vincula con el que sin duda constituye el principal enemigo de las democracias en la actualidad: El crimen organizado; o mejor aún, la falta de vocación, creatividad y voluntad política de los Gobiernos para enfrentar con rigor el crimen organizado”.
Agrega que este hecho deja lecciones para la ciudadanía.
“El Poder Ejecutivo no tiene ni i-DEA de cuáles son los flagelos que socavan los cimientos de la democracia y del Estado de derecho y que, por lo mismo, alejan al Paraguay de la inversión extranjera sobre la que tanto pontifica el presidente Peña. El Poder Ejecutivo no tiene ni i-DEA de cómo se combate con eficacia (siempre relativa) al crimen organizado”, señala.
“El Poder Ejecutivo no tiene ni i-DEA de la importancia que reviste para un país que sus gobernantes sean capaces de explicitar primero y explicar después, cuáles son las fortalezas y las debilidades logísticas, operativas, técnicas, administrativas, presupuestarias, etc., para luego proyectar tanto políticas públicas como estrategias represivas generando y potenciando alianzas estratégicas con actores claves que, con sus luces, sombras y limitaciones, están mejor equipados y más entrenados para determinadas tareas de alta complejidad”, menciona en otro apartado.
“El Poder Ejecutivo no tiene ni i-DEA del valor intangible en el corto, mediano y largo plazo que reporta la gratitud hacia los Estados o las agencias de cooperación que históricamente posibilitaron resultados tangibles en tantos frentes donde el Paraguay se ve superado o ya haya claudicado”, afirma.