En el transcurso de unas horas, el Gobierno logró dinamitar toda la credibilidad que consiguió días pasados al abatir a Osvaldo Villalba, principal líder del grupo criminal armado EPP, y a quien se atribuyen al menos 60 hechos criminales. En la tarde de este martes, las autoridades permitieron el ingreso del ataúd del líder del Ejército del Pueblo Paraguayo, Osvaldo Villalba, al penal del Buen Pastor, tras ser abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), y en donde se encuentra recluida su hermana para que esta pudiera despedirse de él.
La reclusa habría amenazado con un amotinamiento dentro de la penitenciaría de mujeres si no conseguía que llegara el féretro de su hermano; luego las autoridades habrían procedido al traslado de Carmen Villalba hacia la zona de salida del penal, según se puede constatar en la fotografía exclusiva de ÚH. Sin embargo, se confirmó que el traslado fue suspendido cuando la ex líder del EPP “se tranquilizó y accedió a ingresar a su celda”.
Tras los hechos se admitió que fue un error, y el despropósito tuvo su primera víctima: un ministro de Justicia que se vio obligado a renunciar después de haber asumido el cargo hacía apenas unas horas. Y es que haber cedido a la presión de la reclusa Carmen Villalba, ex líder y fundadora del grupo criminal debía tener sus consecuencias.
A la señora Obdulia Florenciano, madre del suboficial secuestrado desde hace ocho años por el EPP le acompaña la razón cuando expresa su disgusto, y se pregunta: “¿Dónde están los derechos de Edelio, don Óscar Denis y de don Félix Urbieta?”. Mientras Liliana, hija de Félix Urbieta, secuestrado desde hace seis años afirmó que murió la razón, y el deseo de hacer bien las cosas. Por parte de la familia Denis también hubo reacciones, hija de Óscar Denis, quien permanece secuestrado desde hace más de dos años señaló que este país da para cualquier cosa, “es un circo; los criminales y los terroristas tienen más derechos que los secuestrados”, reflexionó.
Los eventos de la tarde de este martes bien pueden calificarse de circo. En medio del caos producido por las mismas autoridades que no supieron medir las consecuencias de decisiones tomadas de manera tan irresponsable, se infringió un daño considerable al mismo sistema democrático, cuando se concedió privilegios a una persona condenada; mientras las familias de las víctimas de los compañeros de organización de Villalba, siguen clamando por recibir información sobre sus seres queridos.
Las familias de las víctimas del EPP viven con la incertidumbre, la impotencia y el dolor, y además de todo también deben ser testigos de cómo el Gobierno, el mismo que nunca les ha dado respuestas sobre sus familiares, al final se doblega ante una presa con condena de 17 años que amenaza por crear un motín carcelario.
El traslado a la cárcel del Buen Pastor del cajón con los restos de Osvaldo Villalba es una bofetada a los familiares y a los secuestrados que aún siguen en cautiverio, señalaba en un comunicado la Unión de Gremios de la Producción (UGP), quienes también manifestaron que el Paraguay les debe aún un homenaje a todas las víctimas de la violencia criminal; y que el miserable gesto constituye un anti valor que golpea las bases sobre las que se asienta la convivencia democrática y los valores republicanos.
El suceso fue sin dudas un grave error del Gobierno, quien debe asumirlo y asegurarse de no repetirlo. Cada víctima de estos grupos criminales interpelan a autoridades que parece haberlos olvidado, así como también cuestionan a las débiles instituciones de obtener resultados. Esperamos acciones que le devuelvan seguridad y tranquilidad a todo el país.