Al mismo tiempo, se informó que Paraguay presentó una oferta para comprar en efectivo sus bonos en circulación del 5,00% que vencerán en 2026 y del 4,70% a vencer en 2027. Estas negociaciones se extenderán hasta el lunes 24 de febrero.
Los representantes de Paraguay en estas reuniones serán el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos; el presidente del Banco Central del Paraguay, Carlos Carvallo Spalding; el viceministro de Economía y Planificación, Javier Charotti, y la miembro del Directorio del Banco Central, Liana Caballero Krause.
La cartera de Estado mediante la Ley de Administración de Pasivos cuenta con la autorización para emisión USD 574 millones para la administración del endeudamiento público, como herramienta para mantener una gestión prudente y suavizar el perfil de vencimientos de la deuda.
Además cuenta con autorización mediante la Ley del Presupuesto General de la Nación para colocación de títulos de deuda hasta USD 714,5 millones para calzar el Presupuesto General con un déficit del 1,9% del producto interno bruto (PBI). También se encuentra la posibilidad que parte de este monto sea adquirido vía préstamo con multilaterales.
La intención de las autoridades del MEF también será emitir por segunda vez en moneda nacional, aunque el monto no está definido. Desde el Ministerio de Economía se había mencionado que previo al viaje de las autoridades ya se venía trabajando en las negociaciones con los bancos para esta emisión de bonos.
Existe una gran expectativa por esta operación en el mercado externo ya que esta será la primera vez que el Gobierno paraguayo colocará bonos soberanos tras la nueva calificación de grado de inversión otorgada por Moody’s.
En el 2024 la demanda de bonos en guaraníes superó la oferta disponible y alcanzó una cifra equivalente a USD 1.200 millones (2,5 veces el monto ofertado), mientras que la demanda de bonos en USD fue 8 veces la oferta, alcanzado 4.100 millones de dólares. Fue así que el año pasado la colocación de bonos soberanos en el mercado internacional fue por valor de USD 1.000 millones.
El economista Wildo González señaló que teniendo en cuenta que el servicio de deuda está fuertemente concentrado en vencimientos a menos de 15 años, sería muy interesante que la nueva emisión se ubique en la ventana de los bonos 2036 y 2044, donde hay espacio para equilibrar el servicio de la deuda. Considerando que la tasa del Tesoro a 20 años se sitúa en 4,82%, y agregando una prima de riesgo de 150 puntos básicos, la tasa podría rondar el 6,32%. Asimismo, dijo que se podría emitir bonos con vencimientos más cortos que los de la emisión anterior (2 o 3 años) y otros a más de 10 o 15 años para ir construyendo una curva de rendimiento que se negocie en los mercados.