El procedimiento se realizó sobre la avenida San José, en inmediaciones de un conocido local de ventas de hamburguesas, sitio que se convirtió en escenario de un riguroso operativo contra la polución sonora en Ciudad del Este. Se trata de la zona baja límite entre los barrios San José y San Isidro.
La intervención estuvo a cargo de la Municipalidad, a pedido del Ministerio Público, que dejó como saldo la retención de 73 motocicletas y la aplicación de 78 multas a conductores por infringir las normativas de emisión sonora.
El despliegue, que involucró a la Policía Nacional, la Fiscalía, la Policía Municipal de Tránsito y la Dirección de Gestión Ambiental, tomó por sorpresa a decenas de motociclistas que circulaban por la zona, muchos de ellos con escapes modificados o sin silenciadores, que generaban un ruido estridente que desde hace tiempo viene alterando la tranquilidad de la zona.
Desde la Dirección de Gestión Ambiental recalcaron que no se trata de una persecución, sino de hacer cumplir la ley y devolverle a la ciudadanía el derecho a vivir sin contaminación acústica. Las motocicletas fueron subidas al camión municipal y llevadas hasta el corralón.
La operación forma parte de un plan más amplio que busca mejorar la calidad de vida urbana y establecer un precedente claro: La polución sonora ya no será tolerada como una simple falta menor, según la Municipalidad.
Desde la comuna adelantaron que estos controles seguirán en distintos puntos conflictivos de la ciudad, especialmente los fines de semana, cuando el ruido se vuelve insoportable para vecinos y comerciantes.
Para muchos residentes de la zona, el control llegó como un alivio.
“Hace meses no podíamos dormir tranquilos. Cada noche parecía una carrera de motos”, expresó doña Teresa Barrios, vecina del barrio, agradecida por la intervención.