21 nov. 2024

Golpe del 89

El presidente Santiago Peña firmó la reglamentación de la Ley para indemnizar a los veteranos del golpe al ex dictador Alfredo Stroessner ocurrido entre el 2 y 3 de febrero de 1989.
El jefe del Gabinete Civil de la Presidencia de la República, Juan Ernesto Villamayor, anunció este viernes el veto total a la ley que indemniza a los gestores combatientes del golpe de Estado que derrocó al dictador Alfredo Stroessner en 1989.
En el proceso de construir la República, tras la dictadura, se consolidaron varios logros, como la libertad, pero las deudas siguen siendo grandes, como la corrupción y la deficiencia del Estado.
¿Cómo un gobierno que parecía tenerlo todo bajo control gracias a su mano de hierro termina decapitado por un pacto cívico-militar, modelo que fue base de su exitoso ascenso al poder?
No se pueden poner en duda los avances en las últimas décadas. A partir de 1989 se reconfiguró el aparato estatal con la aprobación de una nueva Constitución, la ratificación de compromisos internacionales y la aprobación de leyes para garantizar la vigencia de un Estado de derecho.
Cuando conquistó el poder con un golpe militar en 1954, muchos lo saludaron como un “hombre providencial”, que venía a salvar al país del caos. Las cifras del terror muestran lo contrario.
A Stroessner le avisaron que su consuegro preparaba un golpe en su contra, pero no lo creyó hasta el último momento. Estas son algunas historias pintorescas de la revuelta militar.
El auge económico, la corrupción estructural, el endeudamiento externo, y la construcción de obras marcaron la economía durante el régimen stronista
La Operación 33 debía ejecutarse a las 3.00 del 3 de febrero, pero un fallido intento por capturar a Stroessner en casa de Ñata apuró los acontecimientos. La crónica de un golpe que pudo fracasar
Detenido y torturado por la Policía, el sociólogo Roberto Villalba fue procesado por la Ley 209, junto con sus compañeros del BPD. Su casa fue saqueada y estuvo un año en Tacumbú. Esta es su historia.
Marcelo Mancuello nació siendo un preso político. Su madre, Gladys Esther Ríos, dio a luz en una comisaría; su padre, Carlos Mancuello, es uno de los 336 desaparecidos.
Guillermina Kanonnikoff cuenta a Última Hora cómo las injusticias del stronismo la llevaron a la lucha, la tortura y la prisión, donde tuvo a su primer hijo y mataron a su esposo Mario Schaerer Prono.
Hasta el momento, el Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez no tiene previsto realizar ningún acto de recordación de los 30 años de la caída de la dictadura stronista.
El histórico dirigente liberal y luchador social Domingo Laíno señaló que la herencia de la dictadura de Alfredo Stroessner continúa vigente y cuestionó que el presidente Mario Abdo reivindique el modelo.
Incluso con sus imperfecciones, la democracia siempre es mejor que la dictadura. Alfredo Stroessner (1954-1989), el dictador que gobernó el Paraguay por 35 años, dejó una pesada herencia: un país de analfabetismo cívico, con corrupción endémica y desigualdad creciente. Por eso, construir la democracia en estos últimos 28 años no ha sido una tarea fácil para los paraguayos, y por eso también hubo avances y retrocesos. La ciudadanía conquistó derechos civiles y políticos, y sigue aguardando el pago de la deuda social. Pero el país enfrenta hoy uno de sus más grandes desafíos: debe romper con su pasado stronista. No se puede volver a caer en las garras del autoritarismo, con violación de DDHH, persecuciones arbitrarias y cercenamiento de libertades.
El yeso falso del general Rodríguez, los golpistas que se equivocaron de dirección, el capitán que combatió en alpargatas... componen lo pintoresco de la gesta del 2 y 3 de febrero de 1989.
La noche de la sublevación militar contra Stroessner, el secretario privado del dictador estaba en la frontera con Brasil. Un testigo revela la verdad sobre uno de los más festejados mitos humorísticos.
Político, escritor y periodista, Carlos Agustín Bedoya sufrió nueve apresamientos. Vivió exiliado en Argentina, Brasil y Francia. El que hacía gala de admirable coraje también escribía encendidos poemas de rebeldía.