El ícono de la comedia mexicana, Roberto Gómez Bolaños, cumpliría 91 años este viernes. El actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, dibujante, compositor musical, productor y director de televisión robó las risas de generaciones de televidentes con personajes como el Chavo del Ocho y el Chapulín Colorado.
“Gracias por todas las risas, Chespirito: ¡tu sonrisa contagiosa trae alegría a las familias de todo el mundo!”, destacó Google sobre el comediante, artista, escritor, compositor, director de televisión y productor mexicano.
Para homenajear a Gómez Bolaños, que nació en esta fecha en 1929 en la Ciudad de México, el gigante tecnológico decidió no mostrarle caracterizado como alguno de sus grandes personajes, como el Chapulín Colorado, el Chavo del Ocho, el Doctor Chapatín o El Chompiras.
En cambio, aparece con un traje negro con el signo “ch” en su solapa, en referencia a sus grandes personajes, que todos ellos comenzaban con estas letras.
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Este doodle fue creado por Helene Leroux, que dijo que se optó por esta opción para destacar al “actor mismo” y no tanto a sus personajes.
“Investigué algunas poses que Chespirito solía hacer y pensé que tendría sentido hacer que saliera de la televisión y sonriera al público para reflejar su personalidad tan querida”, dijo.
Leroux indicó que espera que su dibujo “devuelva la nostalgia” a quien lo vea y “haga que la gente quiera ver los programas y películas de Chespirito nuevamente”.
Durante más de 40 años, Chespirito ideó la creación de cientos de episodios de televisión, además de películas y obras de teatro. Gómez Bolaños falleció 28 de noviembre del 2014.
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Su legado sigue vivo en las repeticiones de series como El Chavo del Ocho o El Chapulín Colorado, entre otras, que se han traducido a más de 50 idiomas y continúan funcionando en las redes de televisión de todo el mundo hasta el día de hoy.
Su reducida estatura (1,60 metros) y su inagotable imaginación le valieron el apodo de Chespirito, una forma castellanizada del nombre del dramaturgo inglés Shakespeare y que se lo puso el director de cine Agustín Delgado, quien lo consideraba un maestro del teatro.