El artista que revolucionó la música brasileña, João Gilberto, deja ver su lado más íntimo en grabaciones realizadas al comienzo de su carrera, un material que recopila 38 canciones y que ya pueden escucharse en Radio Batuta, la emisora virtual del Instituto Moreira Salles, al que fueron cedidos los audios.
Temas como Sem Você, de Tom Jobim y Vinícius de Moraes —los otros dos padres de la bossa nova—, o Cheek to Cheek, del compositor estadounidense Irving Berlin forman parte de las canciones que nunca fueron grabadas en la discografía de este músico brasileño, pero que dieron vida a noches de bohemia con sus más cercanos amigos.
El material está contenido en tres cintas que fueron registradas en grabadoras magnéticas caseras entre 1959 y 1960: dos de ellas en tertulias informales en la casa de su amigo Carlos Coquejo y la otra durante una presentación con Vinícius de Moraes, en Bahía.
Las grabaciones reflejan el estilo propio de João Gilberto, su constante búsqueda de la precisión, el inconfundible oído que lo caracterizaba y la timidez que solo vencía con sus más cercanos amigos.
“Las cintas —que eran de carrete— estuvieron guardadas por mucho tiempo por Carlos Coquejo. Él era un abogado, muy amigo de João Gilberto, y cuando murió, en 1978, la viuda las pasó a casete y más adelante a CD. Ella le dio este material a la investigadora Edinha Diniz, quien nos cedió los audios”, explicó a EFE Luiz Fernando Vianna, coordinador de Radio Batuta.
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El aval para que se pudieran publicar las grabaciones lo dieron los herederos del artista con la condición de que no fueran comercializadas.
La muestra contiene 38 temas —de los cuales 20 son inéditos— y conservan el sonido de las reproducciones originales, con los ruidos y “scratch” (arañazos) típicos de las cintas antiguas.
En la primera tertulia musical grabada en la casa de Coquejo el 10 de setiembre de 1959, la mayor parte del tiempo João Gilberto canta y toca la guitarra, pero a veces solo tararea o acompaña la voz de la cantante Astrud Gilberto, quien fue su primera esposa.
Tal es el caso de Let’s fall in love (Harold Arlen y Ted Koehler) o Cheek to cheek, la canción de Irving Berlin que João Gilberto paró de tocar por un momento porque no le gustó cómo la estaba interpretando su mujer.
Dos grandes en concierto
El abogado también fue el que patrocinó la presentación que junto con Vinícius de Moraes diera João Gilberto en Salvador.
La cinta no tiene la totalidad de la presentación, pero deja ver la camaradería que existía entre el abogado y los dos grandes músicos. Fue una tertulia entre amigos disfrazada de concierto, con diálogos únicos del poeta, músico y diplomático, junto con el inconfundible talento de João Gilberto en la guitarra.
En la introducción, Vinícius de Moraes habla de la bossa nova como un “movimiento modernista” que rompió los esquemas tradicionales al surgir “de un grupo de hombres que no se conformaron con una serie de formas tradicionales”.
Entonces, se creía que este género musical era un movimiento teórico con toda una ideología detrás. “Hoy sabemos que eso no es así. La bossa nova es una invención de João Gilberto con su voz y su guitarra y con un repertorio principalmente de Tom Jobim y de Vinícius. No era un movimiento teórico”, aseguró el coordinador de radio Batuta.
Un género que revolucionó la música brasileña
La bossa nova fue un fenómeno social y musical que marcó el final de la década de 1950. Este género nació en los rincones bohemios de la clase media de Río de Janeiro, donde jóvenes artistas se juntaban para crear música cuando la ciudad vivía su efervescencia cultural.
Los mayores exponentes de las letras de este género fueron Tom Jobim y Vinícius de Moraes, pero el ritmo como tal, el que le dio la particularidad sonora a la bossa nova, fue creado por João Gilberto con un nuevo compás que dio vida a una melodía más leve y lenta inspirada en la base misma de la samba.
A eso se sumó un particular interés del músico por dar el mismo protagonismo a voz y a guitarra y fue él quien puso por primera vez un micrófono al instrumento para que también “cantara”.
Fue Chega de saudade, la canción, escrita por Tom Jobim y Vinícius de Moraes, la que dio vida a la bossa nova, tras convertirse en un éxito sin igual. Este género, hasta entonces conocido en unas pocas casas nocturnas de Río, traspasó las fronteras de Brasil y llegó al mundo entero.