03 jun. 2025

Gran experimento físico busca develar el origen del universo

Ayer en Ginebra arrancó la mayor máquina de investigación del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones (LCH), que busca develar enigmas sobre el Big Bang, la gran explosión que dio origen al universo.

AP, EFE, AFP y REUTERS
GINEBRA, SUIZA
Científicos internacionales celebraron ayer el exitoso inicio de las operaciones de un enorme acelerador de partículas, con el cual buscan recrear las condiciones inmediatamente posteriores al Big Bang.
Los experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC por su sigla en inglés), la mayor y más compleja máquina jamás construida, podrían develar misterios sobre la física y responder interrogantes acerca del universo y su origen.
Los responsables del proyecto tuvieron que desmentir algunas críticas que indicaron que el experimento podía crear pequeños agujeros negros de intensa gravedad que podrían aspirar todo el planeta.
Aquellos temores, promovidos por algunos escritores fatalistas, han fomentado un gran interés en la física de partículas antes de la puesta en marcha de la máquina. Destacados científicos han rechazado tales preocupaciones como un “sin sentido”.
ALTO COSTO. El debut de la máquina, que costó 10.000 millones de francos suizos (9.000 millones de dólares), se produjo con una señal luminosa en una pantalla de la sala de control de la CERN, el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear, a eso de las 9.30, hora local (07.30 GMT).
“Tenemos un haz en el LHC”, dijo el líder de proyecto Lyn Evans a sus colegas, que estallaron en aplausos al oír la noticia.
Después de lanzar un haz de protones por un túnel circular de 27 kilómetros (17 millas) a velocidades inconcebibles, dos luces blancas titilaron en la pantalla de una computadora, indicando que los protones habían completado el recorrido por el enorme dispositivo de 3.800 millones de dólares.
"¡Allí está!”, dijo el líder del proyecto cuando el haz completó la vuelta.
Poco después, un segundo haz recorrió el túnel en sentido antihorario.
Cientos de físicos y técnicos se apiñaron en la sala de control más tarde para celebrar ruidosamente otra vez cuando un haz de partículas completó la trayectoria del acelerador en una dirección, completando satisfactoriamente la primera tarea de la máquina.
Los científicos quieren enviar haces en ambas direcciones simultáneamente para crear colisiones de gran energía a velocidades cercanas a la de la luz, en un intento de recrear a pequeña escala el calor y la energía del Big Bang, un concepto sobre el origen del universo que domina la ciencia.
El Big Bang habría ocurrido hace 15.000 millones de años cuando un objeto inimaginablemente denso y caliente del tamaño de una moneda pequeña explotó en el vacío, desprendiendo materia que se expandió rápidamente en forma de estrellas, planetas y eventualmente vida en la Tierra.
Problemas generados en los imanes del LHC hicieron que su temperatura -que se mantiene a -271,3 grados Celsius- fluctuara levemente, demorando los esfuerzos para enviar un segundo haz de partículas en dirección antihorario. El haz comenzó su evolución y luego fue interrumpido.
“Este es un leve contratiempo, no un gran problema”, dijo a periodistas Rudiger Schmidt, jefe de la comisión de equipamiento del CERN, añadiendo que la segunda rotación se completó en horas de la tarde.
Evans, que vistió jeans y zapatillas durante el inicio del experimento, se negó a especificar cuándo comenzarían las colisiones de gran energía.
“No sé cuánto tiempo llevará", dijo.
“Creo que lo que pasó esta mañana es una señal de que pasará muy rápido. Esta es una máquina de enorme complejidad. Las cosas pueden salir mal en cualquier momento. Pero esta mañana tuvimos un gran comienzo”, añadió.
Una vez que el experimento de colisión de partículas llegue a toda velocidad, los científicos obtendrán datos que demostrarán la forma en que las partículas se juntan, se separan o se disuelven.
Es en estas condiciones que esperan encontrar rápidamente la partícula teórica conocida como “bosón de Higgs”, bautizada así a raíz del físico escocés Peter Higgs, el primero en postular su existencia en 1964, como respuesta al misterio de cómo la materia obtiene su masa.
Sin masa, las estrellas y planetas del universo nunca se hubieran formado tras el Big Bang y la vida nunca hubiera comenzado en la Tierra.
Los experimentos del CERN podrían revelar más sobre la “materia oscura”, la antimateria y posiblemente dimensiones ocultas del espacio y el tiempo.
También podría hallar evidencia de una partícula hipotética -el bosón Higgs- que se cree otorga masa a otras partículas. Algunos científicos han esperado 20 años para usar el nuevo acelerador.

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