Los indígenas de la comunidad Puerto Esperanza, de la etnia Ishir –Chamacoco– del distrito de Bahía Negra, Departamento de Alto Paraguay, desde hace tiempo vienen quejándose del tráfico fluvial debido a que grandes embarcaciones que navegan por el río Paraguay destruyen sus instrumentos de pesca.
Este jueves, en horas de la tarde, volvieron a ser testigos del problema que les ocasiona el paso de un gran buque, cada vez que uno de estos pasa frente a la comunidad ribereña. Los pescadores indígenas vieron cómo una flota destrozó un bote que utilizan para la pesca.
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Los nativos lamentaron el hecho, puesto que para ellos constituye una pérdida irremediable, debido a que en este momento no tienen la manera de reparar el daño y, por la temporada de veda que están atravesando, no hay venta de pescados; además, el subsidio no alcanza para cubrir todas sus necesidades.
Uno de los buques identificados tiene la inscripción de Impala San Antonio. Pasó cerca de la comunidad produciendo una fuerte oleada que llevó a la canoa contra la orilla y la destruyó. Esto se repite cada vez que pasan las grandes embarcaciones, comentan los nativos.
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En varias ocasiones reclamaron este hecho ante diversas autoridades de la zona, sin embargo, nunca tuvieron respuestas, sobre todo de parte de la Armada Nacional, que debe regular el tráfico fluvial en las cercanías de una comunidad ribereña, como lo es Puerto Esperanza.
Los chamacocos se dedican a la pesca de subsistencia y están cansados de esta situación porque la destrucción de sus elementos de trabajo se traducen en pérdidas económicas irreparables, sin que nadie se haga responsable del daño causado a muchas familias que viven de la pesca y la caza, principales actividades de los ishir en territorios del Pantanal paraguayo.