El presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Pollo, Pedro Kirchhofer, explicó que las empresas que producen alrededor de 40.000 pollos cada dos meses son modernas , además funcionan en ambientes cerrados y climatizados, sin posibilidad de que se filtren otras aves desde el exterior.
A esto se suma que las granjas reforzaron su sistema de bioseguridad. “Yo confío en que toda la granja de producción industrial está tomando todas las medidas desde hace meses”, expresó Kirchhofer. Sin embargo, son más vulnerables los pequeños productores que crían aves en corrales abiertos en medio de un riesgo alto de ingreso de la influenza aviar, especialmente desde el lado argentino, donde ya se detectaron casos en gallinas de traspatio.
Monitoreo. Los empresarios están conversando acerca de qué otras medidas se pueden tomar y para apoyar eventualmente un proyecto de ley que acompañe el plan de contingencia. Por su parte Kirchoffer está observando la experiencia de granjeros en Argentina.