La cumbre, que tendrá lugar en el Palacio de San Carlos, sede de la Cancillería, fue anunciada el pasado 14 de febrero durante la visita que el presidente de Colombia, Iván Duque, hizo a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
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“Mañana, el Grupo de Lima tiene que hacer un pronunciamiento muy claro sobre lo que vimos ayer y creo que la comunidad internacional tiene la obligación de arreciar el cerco diplomático porque una dictadura que es capaz de quemar medicamentos y alimentos es la demostración más grande de la brutalidad que está dispuesta a cometer para preservar el poder”, dijo Duque este domingo en Cúcuta.
De esa ciudad colombiana, situada en la frontera con Venezuela, partieron este sábado varios camiones con ayuda humanitaria para el país vecino, pero la oposición de las fuerzas armadas venezolanas a permitir el paso de la caravana degeneró en disturbios en los que fueron incendiados dos camiones y al menos 285 personas quedaron heridas.
Hechos violentos ocurrieron también en la frontera con Brasil, donde según la oposición venezolana hubo cuatro muertos y más de 20 heridos de bala en la localidad de Santa Elena de Uairén, en el estado de Bolívar.
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Por esa razón, el encuentro de este lunes, al que asistirán, además de Duque, Pence y Guaidó, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y los vicepresidentes de Brasil, Hamilton Mourão, y de Panamá, Isabel Saint Malo, adquiere una relevancia mayor ya que se espera que defina la estrategia a seguir contra el Gobierno de Maduro.
“Los días de Nicolás Maduro están contados”, afirmó este domingo en Washington el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, quien reiteró el discurso de la Casa Blanca de que no se descarta ninguna opción para resolver la crisis venezolana.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de una intervención militar, Pompeo aseguró: “Todas las opciones están sobre la mesa. Vamos a hacer las cosas que son necesarias para asegurar (...) que la democracia se impone y que hay un futuro más brillante para el pueblo de Venezuela”.
“Vamos a tomar medidas. Hay más sanciones que se pueden aplicar, más asistencia humanitaria que creo que podemos ofrecer”, afirmó el funcionario en otra entrevista, esta vez con CNN, en la que calificó lo ocurrido ayer en la frontera como “día trágico” para Venezuela.
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Al respecto, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, dijo este domingo que Pompeo está “desesperado” buscando un “pretexto para la guerra” y añadió que fueron agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) quienes incendiaron los camiones con ayuda humanitaria en la frontera con Colombia.
El pasado jueves, cuando la Casa Blanca anunció la participación de Pence en la reunión de mañana en Bogotá, dijo que lo haría para expresar el “inquebrantable respaldo” de su país a Guaidó como “presidente interino” y anticipó que en su discurso el vicepresidente insistirá en que “ha llegado el momento” de que Maduro “se vaya”.
Igualmente se espera que en la cita del Grupo de Lima se hable de la necesidad de “encarar la trágica situación humanitaria y la crisis de seguridad en Venezuela y los esfuerzos en marcha por parte de EEUU para entregar ayuda al país”, según la Casa Blanca.
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El Grupo de Lima fue creado en la capital peruana en agosto de 2017 con el propósito de encontrar salidas a la crisis en Venezuela y en sus inicios estaba compuesto por un bloque de 14 naciones: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía, más Estados Unidos como colaborador externo.
Sin embargo, en la última reunión, celebrada el pasado 4 de febrero en Ottawa, no participó ningún representante de México, que se ha desvinculado de la iniciativa desde la llegada a la Presidencia del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
En esta ocasión, Venezuela estará representada, por primera vez, por el propio Juan Guaidó, quien el sábado estuvo en Cúcuta liderando el frustrado envío de ayuda humanitaria a su país y este domingo se trasladó a Bogotá para la reunión.
En una declaración que dio en Cúcuta después de los disturbios, Guaidó afirmó que la reunión del Grupo de Lima será “para discutir posibles acciones diplomáticas”, pero en un mensaje posterior en Twitter sostuvo que planteará formalmente a la comunidad internacional “tener abiertas todas las opciones” contra el régimen de Maduro, aunque no precisó si lo hará en el encuentro de este lunes.
Por su parte, el diputado venezolano en el exilio Julio Borges, embajador de Guaidó ante el Grupo de Lima, aseguró que en la cumbre pedirá acciones diplomáticas más “contundentes” y el “uso de la fuerza en contra” del Gobierno de Maduro “por bloquear la ayuda humanitaria y generar una violencia sin presentes en la frontera”