Leí que el 14% de las tierras del Paraguay está en manos de brasileños. Consulté y se me dijo que eran más. Por dos razones. Una porque el censo de las tierras en el Paraguay está todavía incompleto. Segunda, porque algunos brasileños usan prestanombres paraguayos para disimular su propiedad.
Pero la cantidad de hectáreas sembradas de soja supera a los poseedores brasileños. En total parece que en Paraguay hay 3.540.000 hectáreas sembradas de soja. Ocupando Paraguay el cuarto lugar en la producción. Ayúdenme a corregir estos datos si tienen algún error.
Pero lo importante es la reflexión que hagamos usted y yo sobre tanto terreno al margen del campesinado tradicional y la cantidad perteneciente a extranjeros.
Hace pocos años nuestros campesinos constituían más del 50% de la población paraguaya. Hoy son un poco más del 30%. ¿Dónde están los que faltan? En Argentina o en las periferias de nuestras ciudades en bañados y asentamientos.
Esto tiene sus consecuencias: estamos perdiendo nuestra soberanía alimentaria. Son menos los productores y a los que hay no les ayudamos a resolver sus dificultades en llevar sus productos a los mercados.
También está en riesgo nuestra soberanía territorial. ¿Soportará el Brasil que tengamos un gobierno que aumente a sus súbditos los impuestos en las tierras que ocupan en gran número en Paraguay? Por un conflicto semejante Bolivia perdió la región del Acre mayoritariamente ocupada por campesinos del Brasil.
Guahory, una isla perdida en un inmenso sojal brasileño.