Era cerca del mediodía del sábado 18 de agosto, cuando Rumildo Toledo González y Artemio Villalba, acompañados de un tercer colega, se disponían a hacer el recorrido correspondiente en la Reserva Natural Tapyta, de Caazapá.
Los tres subieron hasta un lugar situado a orillas de un arroyo de la zona, limitante con la compañía Toro Blanco, cuando se percataron de extraños ruidos, relató uno de los sobrevivientes en contacto con radio Monumental 1080 AM.
“Cuando nos acercamos, escuchamos ruidos de personas y perros de cacería. Nos aproximamos más y logramos ver a dos personas, fue ahí que empezaron a correr”, detalló.
Estas dos personas eran cazadores furtivos y fueron perseguidos por los tres guardabosques. Pero, para desgracia de los trabajadores, no venían solos. En la persecución se oyó un disparo que provino del otro lado del caudal de agua, en ese momento cayó Rumildo Toledo.
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“El disparo fue en la cabeza y quedó sin signos vitales en el momento”, recordó. En medio de la desesperación, su colega, Artemio Villalba, acudió a su auxilio y oyeron otro disparo. El proyectil lo alcanzó, dejándolo gravemente herido.
Con ese segundo disparo, perdieron el rastro de las personas que ingresaron a la propiedad, sin siquiera lograr ver sus rostros. Ningún disparo impactó contra la humanidad del hombre, pero, claramente confundido, aún no logra asimilar lo ocurrido.
“No sé lo que pasó, fue raro porque no fue en defensa propia. Ninguno de ellos resultó herido, y nosotros no nos pusimos como para dispararles”, apuntó.
La fiscala Gladys Giménez anunció que, mediante testigos cercanos del hecho, los supuestos responsables están plenamente identificados.
La Reserva Tapyta, de 4.736 hectáreas, se encuentra en el Departamento de Caazapá y forma parte de un corredor biológico que une el Parque Nacional de Caaguazú, al norte, y la Reserva de Recursos Manejados San Rafael, al sur.
Desde la fundación Moisés Bertoni solicitaron resguardar la identidad del guardabosque a fin de salvaguardar su seguridad e integridad física, por temor a represalias de los agresores.