Israel sigue bombardeando este territorio palestino gobernado por el movimiento islamista Hamás y según las autoridades, 83 personas fallecieron en las últimas 24 horas en Gaza.
Frente a la crisis humanitaria y hambre que asola la Franja de Gaza, un territorio bajo asedio de Israel desde el 9 de octubre, el presidente de Estados Unidos Joe Biden ordenó al ejército establecer un puerto en Gaza.
En Jabaliya, en el norte de Gaza, un grupo de palestinos se congregó para recibir alimentos.
“Nosotros podemos sobrevivir sin comida (...) pero los niños no”, relató Basam al Hou, un voluntario. “Se mueren y se desmayan en las calles debido al hambre”.
La guerra estalló el 7 de octubre tras el ataque sin precedentes de Hamás en suelo israelí, en el que murieron unas 1.160 personas, la mayoría civiles, según un recuento de AFP.
Israel prometió “aniquilar” a Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, y lanzó una campaña militar que, por el momento, ha causado 30.800 muertos, sobre todo mujeres y menores, según el último balance del ministerio de Salud del territorio.
La ruda ofensiva israelí continúa y el ejército bombardeó más de 30 veces Rafah, en el sur, Jan Yunis, en el centro del territorio, y otras zonas, informó este jueves Hamás.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, aumentó la presión para llegar a un acuerdo y al mismo tiempo Biden instó a Hamás a aceptar un plan para un cese el fuego antes del inicio de Ramadán, el mes sagrado de ayuno para los musulmanes, que empieza a principios de la próxima semana.
Las negociaciones iniciadas el domingo en El Cairo –con la mediación de EEUU. Catar y Egipto y sin la participación de Israel– buscaron un cese de los combates de seis semanas, en un acuerdo que incluiría la liberación de rehenes a cambio de la excarcelación de palestinos detenidos en Israel, así como la entrada de mucha más ayuda humanitaria. Según Israel, 130 de los rehenes capturados por Hamás durante el ataque del 7 de octubre siguen cautivos en Gaza, de los que 31 habrían fallecido.