Son los títulos que le fuimos otorgando a Bebé Bergues a medida que se ponían de moda para describir a quienes influían significativamente en los demás, él fue el Gurú en los 80s, gran líder en los 90s, y últimamente influencer. Así le reconocíamos por su tarea a lo largo de estas décadas quienes tuvimos el privilegio de crecer a su lado y de ser influidos por él.
Hoy sabemos que hay muchas maneras de ejercer el liderazgo y que una misma persona, más allá de su carácter puede, y debe, desarrollar distintos modelos para distintos momentos o grupos en los que se desempeña. Por eso en esta ocasión, con la tristeza aún a flor de piel por su temprana y sorpresiva partida, quiero describir su manera de ejercer ese liderazgo tan exitoso que logró que tantos nos sintamos influidos por él, que impulsó ideas, conceptos, valores, que creó tantas organizaciones fortalecedoras de la sociedad civil, pero a quien casi nunca vimos en grandes escenarios, dirigiendo foros o siendo profusamente entrevistado. Un modelo muy inspirador para mí.
Bebé creía, el venía con una idea, generalmente idealista y fuera de su tiempo, y la impulsaba persistentemente, por las buenas.
Bebé traía la innovación, de cada congreso o viaje que hacía traía ideas para que se desarrollen en nuestro país, integraba cuanto consejo y directiva se formara a raíz de esas ideas, pero dejaba hacer a aquellos a quienes había conseguido entusiasmar.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppBebé elegía personas a las que entusiasmar con las nuevas ideas, las llenaba de atención y de conocimientos, les ponderaba cada vez que los veía y las convocaba para nuevas aventuras manteniendo la llama viva.
Bebé aprendía, dando el ejemplo de que nunca se sabe lo suficiente, no había seminario, congreso, foro o programa en el que no estuviera él en primera fila escribiendo sus aprendizajes, que luego resumía y compartía. Siempre alguna pregunta profunda, pero 90% escuchar y solo 10% participar.
Bebé compartía y difundía, en los 80s con esténcil, luego fotocopias y por fin con el email que le permitió agrandar sus círculos de influencia con listados de envíos que enriquecía todos los meses, y a quienes hacia llegar distintos tipos de contenidos: religiosos, empresariales, de responsabilidad social, de trasparencia, de estrategia empresarial, de emprendedurismo, de calidad total, de liderazgo, de código de barras, de triple línea de resultados, de empoderamiento de la mujer, discursos poderosos de celebridades mundiales, y buenísimos chistes.
Bebé era un empresario exitoso, pero casi nunca hablaba de ello, lo que le ocupaba era que los empresarios no nos dediquemos solo a ganar dinero, sino que vivamos la doctrina cristiana en nuestras empresas y nuestro entorno, al mismo tiempo.
Bebé se tomó siempre muy en serio su rol, sucesivamente Gurú, líder e Influencer.
Sigamos su ejemplo.