Gustavo Santander Dans, futuro ministro de la Corte Suprema de Justicia, fue abordado por los medios de comunicación y habló sobre una de las primeras tareas que hará como miembro de la Sala Constitucional.
En ese sentido, apuntó a realizar una auditoría para conocer la situación real de la Sala Constitucional, ya que hay muchos expedientes por resolver, según informó el periodista Raúl Ramírez. Detalló que accedió a una estadística que le permitió saber que de 3.000 causas, solo fueron resueltas 643.
“La Sala Constitucional abarca todo el país”, recordó y advirtió, en ese sentido, que le espera un trabajo importante dentro del máximo órgano judicial.
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Como es miembro del Tribunal de Apelación, Santander Dans primero dejará todo en orden antes de ir a su “nuevo despacho”.
Asimismo, manifestó que su principal desafío como nuevo ministro de la Corte será arreglar la oficina de admisibilidad, “que es lo que se cuestiona mucho en el Palacio de Justicia”.
Consultado sobre cómo se siente ahora, luego del largo proceso que llevó completar la terna en el Consejo de la Magistratura, el nuevo ministro dijo sentirse más tranquilo y relajado tras “tantos días de tensión”.
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Gustavo Santander ya había integrado la terna para la selección del nuevo fiscal general del Estado, donde fue el de puntaje más alto, pero, finalmente, fue seleccionado Emiliano Rolón.
Comentó que hasta ahora solo pudo conversar con dos de sus colegas. Se trata de los ministros Manuel Ramírez y Alberto Martínez Simón.
Luego de conocer que el presidente Mario Abdo Benítez ya dio su acuerdo para que ocupe el cargo, Santander confirmó que desde el Congreso le comunicaron que su juramento fue marcado para el próximo lunes, a las 9.00.
Reemplazará en el cargo al cuestionado Antonio Fretes, quien en su última como ministro se vio salpicado en varios escándalos, entre ellos el del presunto tráfico de influencias de su hijo.
Por otra parte, destacó que su designación se dio por el voto de 44 senadores, algo que lo llena de “orgullo”, pero también reconoció que representa un compromiso personal ante la ciudadanía y espera estar a la altura de “esa confianza del Senado”.
Cuando fue elegido por los legisladores, Gustavo prometió “construir un Poder Judicial independiente de factores políticos económicos, sobre todas las cosas, de poderes fácticos”.