En una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, Lazzarini se preguntó sobre dónde podrían ir los habitantes de Gaza desde que el 6 de mayo las fuerzas israelíes empezaron a atacar la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja y donde se hacinaban más de un millón de refugiados.
“La pregunta es, ¿adónde van a ir? no hay ningún lugar donde ir porque ningún sitio es seguro para ellos en la Franja de Gaza”, dijo.
Lazzarini denunció que las zonas refugio están superpobladas y como consecuencia “la gente no tiene más opción que regresar a ciudades destrozadas e infraestructuras nulas, incluso aquellas que pertenecen a la ONU”.
Por su parte, el jefe de diplomacia de Jordania aseveró que “no es posible prescindir o reemplazar a la UNRWA porque cualquier otra parte no tiene las capacidades, posibilidades y conocimiento de la UNRWA”.
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En esta línea lamentó que “no se da ningún paso que pueda garantizar que las agencias de la ONU que dependen de la UNRWA en la distribución de ayuda puedan hacer llegar lo poco que ingresa en Gaza”.
“La situación en Gaza sigue catastrófica. La catástrofe sigue aumentando con la escalada de la agresión en Rafah y el norte de Gaza”, recalcó Safadi, que subrayó que el primer paso debe ser frenar la agresión y permitir la apertura de todos los cruces, permitir que las agencias de la ONU actúen con libertad, y después trabajar para la reconstrucción.
UNRWA estimó que unos 800.000 gazatíes, o cerca de la mitad de quienes se refugiaban en Rafah, se han visto obligados a desplazarse de nuevo tras la ofensiva terrestre israelí iniciada allí el pasado 6 de mayo.
Según UNRWA, desde el 6 de mayo, sólo 33 camiones de ayuda han llegado al sur de Gaza, en un momento en el que población está al borde de la hambruna y sin apenas asistencia médica.
Fuente: EFE