Conversando con mi amigo Amílcar Ferreira, la semana pasada, me enseñó que él tenía un nuevo concepto para el fracaso. No significa que una economía decline, me dijo; significa que sencillamente no pase nada. O que tu vida sea intrascendente, aclaró. Nada nuevo bajo el sol, diría Salomón. Hablar de balde para que todo siga igual es un fracaso total. Mbateko la nde porte?, es una pregunta economicista, que significa cómo andan en grado de prosperidad. Mbaeve guasu. Silencio. Respondía mi padre en Asunción, hacia los años sesenta, cuando le preguntaban sobre el progreso en su valle Carapeguá. Esto nos puede pasar con este gobierno, con grado de inversión, que habla todo de balde, en los años venidos. Nada trascendente.
Hay evidencias empíricas sobre errores permanentes del gobierno. Entre los días transcurridos en vísperas del 8 de diciembre, la Virgen de Caacupé Ára, y el 20 de diciembre, el Paraguay pasó por algunos eventos inverosímiles. Casi antinaturales. No podemos decir sobrenaturales, esos son milagros. En primer lugar, repito, lo contranatural, el 7 de diciembre un ministro relacionado con la defensa y la seguridad del Estado paraguayo convoca, a las apuradas, a una conferencia de prensa, acompañado de otros colegas. En nombre de la Senad, el ministerio del Interior y del ministro secretario del Codena, representando en consecuencia a quien lo preside, el excelentísimo señor presidente de la República, informan a la ciudadanía que lo filtrado el viernes 6 de diciembre por el Washington Post era cierto: Unilateralmente, habían enviado una carta a la DEA donde –alegando cuestiones de mejor gestión, de mayor soberanía y manejo independiente de cuestiones de defensa y seguridad en el combate a las drogas transnacionales–, la Senad daba por culminada toda relación en modo de convenio de cooperación con la Agencia de los Estados Unidos. La Senad se dedicaría a casos menores. Todo pasaba a la Policía Nacional, dijeron, cuyo comandante confiesa que él no estaba enterado de nada. Esto supone que todos los archivos, documentos confidenciales, etcétera, donde está todo lo que se sabe sobre personas influyentes en los mercados del crimen y actividades que tienen relación con, específicamente, drogas y narcopolítica, pasaban a una institución con alto grado de vulnerabilidad en sus sistemas de confidencialidad. De una institución relativamente segura a otra institución cuya inteligencia suele estar contaminada. Es decir, la política paraguaya traspasaba a la policía nacional (cuyos agentes llegaron a borrar de los archivos de Interpol la orden de captura internacional de Marset) toda actividad y documentación sigilosa nacional e internacional que tenga relación con drogas y narcopolítica. Puedo imaginarme la reacción interna que podrían haber tenido los agentes encubiertos o no, estadounidenses y paraguayos, que trabajaban en la colecta de datos, análisis de estos, conversión en información, gestión de la inteligencia, investigación y operaciones físicas, para capturar a los principales delincuentes. Brutal.
En segundo lugar, el miércoles 18 de diciembre, esta misma gente que dio por culminado todo convenio con la DEA hace otra conferencia de prensa donde retroceden en modo desesperado; piden misericordia y reconsideración porque, según dijo el ministro secretario del Codena (a quien lo mandaron al frente, por fuera de la ley, ya que es solo órgano consultivo y asesor, no Ejecutivo ni de comunicación social de nada oficial a la prensa) la unidad de inteligencia de la Senad “no sabía que existía otro convenio” denunciado ahora por la DEA, que respondió a la carta anterior de corte de relaciones con un okey, de acuerdo. Nos retiramos, pero del todo. No obstante, especulo yo y ellos lo escribieron: Nos queremos llevar todos los equipos de espionaje, informáticos y etcétera que forman parte de la cooperación de la DEA con el Paraguay. Favor hagamos un inventario y nos vamos con nuestra música a otra parte. Ante esto, el Paraguay envió nueva carta ofreciendo el oro y el moro. El secretario del Codena incluyó a la Seprelad y la DNIT para recibir a agentes de la DEA. Por las dudas, eso digo yo, supongo que hasta estaban dispuestos a entregar a la madre, a la abuela y a Chaqueñito, incluso, cuyos videos lo convirtieron en experto en entretener a cuarteles enteros de todo tipo de agente, uniformado o no.
En tercer lugar, el mismo día del papelón, el Legislativo eliminó el voto de los paraguayos que viven en el extranjero no inscriptos en el padrón, irrespetando a quienes envían al Paraguay más de 650 millones de dólares al año, cifra que supera los quinientos millones de dólares de los cuales se ufana el Gobierno para el PGN 2025 en Hambre Cero y Adultos Mayores. Como si todo esto fuera poco, en cuarto lugar, el mismo Legislativo suprime la inscripción automática, para estar habilitados a votar, de los jóvenes que cumplen la edad de sufragar.
En quinto lugar, ese mismo día aparece en los diarios –por, supuestamente, recibir dinero a cambio de títulos de tierras– la prisión del director de Fortalecimiento Institucional del Congreso, encargado de velar por la calidad institucional del Legislativo y de las relaciones internacionales. Es decir, un cargo dispuesto para que no pase nada. Para hablar todo de balde. El tipo se dedicaba aparentemente al delito. En sexto lugar, en esa misma semana, la senadora Lilian Samaniego amenaza a su colega Barrios de tener que contar los votos que cada uno aportó para el quincho, reclamando en consecuencia pedazos de torta y poder en modo más proporcional a los votos cooptados. Es decir, nada de reclamos en favor de la gente que está endeudada al máximo, que no tiene remedios oncológicos y que está pasando hambre. De acuerdo con sus antecedentes, la senadora se lanza al mismo tiempo con su candidatura a la presidencia, solo con el objetivo de vender mejor su apoyo futuro. Este movimiento le permite un business valuation de su capital político que le suele proporcionar buenos negocios, dicen sus críticos. Pero nadie fue a formar fila a la casa de Lilian y menos aún le toman en serio sus lanzamientos de campaña, sabiendo que ella es una hábil negociadora, en modo egoísta, cediendo siempre en sus pretensiones apenas aparezca algún patrocinador... dicen que.
Como vemos, la irracionalidad de la política se sobrepone siempre a la racionalidad de la economía. Tengo dos casos claros. El presidente, que habla todo de balde, dijo que se puede duplicar el PIB. Para lograr eso en su gobierno, se debe crecer el producto a una tasa del 15% anual acumulativo. Lo dijo frente a Jaime Eguez en el Club de Ejecutivos en plena campaña. Y el MUVH que lo desdice, porque apenas va a entregar 6.000 viviendas sociales en un año y medio, para fines del 2024, de las 20.000 prometidas en plena campaña por el entonces candidato Peña, para cada año de su gobierno. Deben ser cien mil casas sociales entregadas en total en el transcurso de los cinco años. Entregas proporcionadas ya no hubo en el primer año. Otra cuestión relacionada con el hablar todo de balde. Siendo así, el año que viene deben entregar 34.000 viviendas sociales, lo cual lo veo difícil. La economía no es el triple equilibrio monetario, cambiario y fiscal, solamente. La economía es que las familias tengan casas dónde vivir. La economía es dar de comer a la gente. Eso es prioritario. La economía es la gestión de la calidad de vida dentro de un hogar. De los más cercanos. De quienes conforman nuestro hogar, los próximos, los prójimos, los compatriotas. Nadie en el Paraguay defiende los intereses particulares, de los familiares, de los connacionales. Como algo que no lo deja dormir. Eso es la economía. Lo macro no es la panacea.
Finalmente, para evitar el ñe’erei o el hablar todo de balde, he aquí un pentágono de soluciones a modo de sugerencias que debe hacer el Gobierno Nacional rápidamente a partir del 2025. Corto plazo:
1. Cortarse la propia carne. Por lo menos treinta mil funcionarios públicos, entre planilleros e ineficientes, deben ser desvinculados. A lo Milei. Afuera.
2. Arriesgar la propia piel. Saber decir NO a la extorsión, sin recurrir al soborno del Legislativo para que te aprueben tus propuestas. Tal como el ministro Riera dijo en esta semana a la prensa. Urgen suprimir todos los privilegios al palacio de Versailles, que es el Legislativo del Paraguay, para evitar que el pueblo les corte las cabezas a los parlamentarios. Probablemente, estos son los más odiados de todo el Paraguay. Cortar de raíz los viáticos, gastos de representación, seguro de salud privada, etc.
3. Liberar a los esclavos financieros. 3R (renegociadas, reestructuradas y refinanciadas), las deudas, para los perdedores del modelo. Para los empobrecidos. Renegociar las deudas extendiendo los plazos, logrando quitas, y transfiriendo los saldos de las deudas hasta cierto límite pequeño de saldo deudor al BNF, que compra esas deudas y recibe el repago en largas cuotas. Es la forma de sacarlos de Informconf para que vuelvan a trabajar, a los que cayeron en deudas menores y no pueden honrarlas.
4. Democratizar el crédito. Llevándolo al 60 o 70% del producto. La cartera de créditos en el Paraguay puede y debe ser más grande. Más crédito, más plazo y tasas menores. Que compitan los bancos y que reinviertan mucho más de lo que ganan. Se llevan todo al exterior. El crédito expandido genera inversión y estimula el consumo.
5. Nivelar la cancha. Traer el mercado al Paraguay. Menos crony capitalism. Debe haber más mercado tanto en el sistema político como en el sistema económico. Los colorados de base no deben ni pensar en ser candidatos a presidente o vicepresidente de la República dentro del movimiento oficialista, porque el mercado no está nivelado. El que corta la torta no gusta de la gente de medio pelo. Solo de las élites, de los del club de exas de colegios chuchis, ellos son los que cuentan. Los churritos son los únicos con chance. Del mismo modo hay que democratizar los mercados de las telecom, el acceso al crédito y fortalecer los mecanismos para expandir la oferta en los mercados financieros y de servicios.
Moral de la historia. Hubo un legislador que una vez dijo que el señor presidente suele pedir boludeces. Propongo que, por lo menos, en estas fiestas, no hablemos todo de balde, lo que ya es considerado como fracaso, para que todo siga igual. Saludos cordiales.