El pesebre de la familia Diarte Añazco tiene unos siete metros de largo y tres de ancho, cuenta con 12 piezas móviles, más de 100 piezas decorativas y 2.000 luces que reviven el nacimiento de Jesús en Belén.
Diego Martín Diarte Añazco, joven pintor y escultor local, relató a Última Hora que todo inició cuando él tenía apenas 5 años de edad.
La familia comenzó construyendo un pesebre modesto y pequeño que no superaba las 10 piezas. Para la familia, cada pieza guarda un significado especial, por lo que fueron conservadas hasta la actualidad.
“Iniciamos cuando yo tenía 5 años, compramos la imagen de un niño, que hasta ahora tengo. Desde esa vez que voy armando, con la promesa de que cada año debía crecer en tamaño el pesebre”, detalló el artista.
El pesebre cuenta con muñequitas elaboradas con cáscara del maíz, que fueron fabricadas por el artista. Indicó además que la representación del Espíritu Santo, en el cielo estrellado, está hecha con plumas de pato.
Utilizaron más de 100 papeles de tipo madera, preparados por su madre, con una técnica que desarrollaron hace años, que consiste en el pegado de aserrín con engrudo en el papel, describió Diarte.
Señaló que el pesebre es algo llamativo en estas épocas en la ciudad y para el departamento, ya que es considerado uno de los más grandes del lugar.
El montaje está decorado con 14 variedades distintas de plantas, todas ellas naturales, que Diarte cuida durante todo el año para que luego sea utilizado en la elaboración del pesebre.
El joven artista ya plasmó varios trabajos en su ciudad, como por ejemplo, un pesebre ecológico realizado con más de 4.000 botellas de plástico reciclado, ubicado en la ciclovía de Isla Pucú. Diarte también exhibe un imponente retablo de semillas en la iglesia local.
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Se trata de un gran pesebre con siete enormes figuras de 2,5 metros de altura, que representan a San José, la Virgen María, el Niño Jesús (el único más pequeño), el Ángel Gabriel y los tres Reyes Magos, armado con más de 4.000 botellas, pintadas con diversos colores. Cada figura lleva más de 500 botellas, salvo el Niño Jesús, que lleva un poco menos.
Arte con semillas
En el interior de la histórica iglesia de Isla Pucú, el templo parroquial de Nuestra Señora del Rosario, hay otras dos significativas obras de Diego Martín Diarte.
Se trata de dos enormes retablos realizados enteramente con semillas vegetales, inspirados en la obra del artista misionero Koki Ruiz, quien realizó el retablo de maíz para la visita del papa Francisco al Paraguay, en 2015.