Un 10 de febrero de 1940 las divertidas aventuras de Tom y Jerry llegaban a las casas por medio de la televisión. Los cortos animados del persistente gato y el tramposo ratón se convirtieron en un clásico de las tardes infantiles.
Indiscutiblemente, su permanencia en el tiempo y vigencia hasta la actualidad lo convierten en una de las grandes series animadas de todos los tiempos.
El origen de la popular serie se remonta a cuando los creadores, William Hanna y Joseph Barbera, realizaron su primer cortometraje en conjunto llamado Puss gets the Boot (un juego de palabras con El Gato con Botas), que se estrenó a principios de 1940.
La animación contaba la historia de un gato gris (en ese momento llamado Jasper) que intenta atrapar una y otra vez a un astuto ratoncito marrón sin nombre.
Posteriormente, presentaron su siguiente corto, The Midnight Snack (El bocadillo de Medianoche). Desde ese momento, durante los siguientes 17 años, los animadores trabajaron solo en la serie del gato y el ratón, debido a la demanda del público.
El personaje que más cambios sufrió en su diseño a lo largo de todo ese tiempo fue el gato Tom, pero la narrativa seguía una estructura repetitiva llena de creatividad para cada episodio.
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Tom y Jerry fue la serie animada más exitosa de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) Studios y recibió en total 13 nominaciones a los Oscar, ganando siete de ellas.
En 1957, MGM cerró su división de animación y dejó el programa suspendido, lo que obligó a los creadores a fundar una productora propia, Hanna-Barbera, donde se crearon otras series como Los Picapiedras, Los Supersónicos, Scooby-Doo y otros.
El gato y el ratón de mayor renombre volvieron a la pantalla en 1975, cuando los derechos volvieron a manos de sus creadores.
En esa nueva etapa, tuvieron que amigarse y enfrentar nuevas aventuras juntos, debido a las estrictas reglamentaciones contra violencia en los programas infantiles.