El concierto de Aerosmith tuvo todos los ingredientes para ser inolvidable, entre ellos la controversia y la incertidumbre: La gira a punto de suspenderse debido a un accidente del vocalista Steven Tyler en el baño de su habitación en el Hotel Bourbon.
Muchos recordarán la ansiedad y la impacienciencia por saber si el concierto se realizaba o no y también muchos recordarán con una sonrisa la broma telefónica de la que fue víctima el presentador Enrique “Kike” Casanova, cuando en el afán de conseguir la primicia, creyó hablar con el botones del mencionado hotel, que en realidad era un creativo publicitario llamado Lucas Elvira.
Finalmente y contra todo pronóstico, los “chicos malos de Boston” subieron al escenario con un Steven Tyler más animado que nunca.
Quedan muchas imágenes: El ojo hinchado y los dientes caídos de Steven, su majestuosa interpretación de “Don’t Want To Miss A Thing” al piano y una multitud vibrando y coreando. Ya vendrían más bandas internacionales, pero el concierto de Aerosmith marca un antes y un después en materia de eventos grandes en nuestro país.
Pasaron cuatro años, pero lo recordamos como si fuese ayer. Aquí la reseña de aquel histórico show