El hashtag #AlexaNoEstáSola fue tendencia ayer en la red social Twitter ante la iniciativa que lanzó el Consultorio Feminista en solidaridad y apoyo a Alexandra Torres, quien le denunció por acoso sexual al ex párroco de Limpio, Silvestre Olmedo.
El cura afrontará juicio oral y público por esta causa mañana y entre los llamados para declarar, en calidad de testigo, figura monseñor Edmundo Valenzuela. En varios tuits, se evidenció que sigue vigente la indignación ante los dichos del arzobispo, quien –cuando se mediatizó el caso– llamó a los jóvenes a “no hacer de una piedrita una montaña”.
“Ningún acoso debe ser minimizado si queremos un país libre de abusos. Ni el acoso en la Iglesia, ni en la escuela, ni el bus”, se podía leer en un tuit entre el centenar que se compartió en la plataforma social.
“Ñandejára oikuaa pa’i Olmedo opoko hague mitakuña retere (Dios sabe que pa’i Olmedo le tocó el cuerpo a la joven)”, tuiteó Mirta Moragas, una de las abogadas del Consultorio Feminista que acompañó la acusación fiscal mediante una querella.
Alexandra, quien era coordinadora de la pastoral juvenil de la parroquia San José de Limpio, contó que desde aquel episodio –en setiembre de 2016– ya no volvió a misa.
Hoy, más que nunca se siente respaldada por este tipo de campañas en internet. “Estoy supercontenida y apoyada por las chicas, tanto del Consultorio como de la Plataforma Universitaria Feminista (...). Mediante este tipo de iniciativas también se dan a conocer el caso y una se da cuenta de que no está sola ante las injusticias”, expresó la joven.
Clave. La querella ofreció como testigo a Valenzuela, en virtud de que el acusado declaró que habló personalmente con el arzobispo. También tuvo conocimiento de las peticiones que realizaron las pastorales juveniles cuando sentaron postura frente al escándalo que cernía a la iglesia.
“Es importante que podamos tener la oportunidad de preguntarle a monseñor que si puede explicar lo que ellos calificaron como ‘acto indecoroso’. Sería interesante que él nos pueda decir, concretamente, a qué hechos la Iglesia Católica considera como actos indecorosos”, sostuvo Sonia Von Lepel, la otra abogada litigante. A su criterio, será una oportunidad para que la Iglesia aclare su postura frente a casos de este tipo dentro de la curia.
Lo único que esperan –dijo– es una “condena simbólica”. Ocurre que la expectativa de pena privativa de libertad por el hecho punible en cuestión es de hasta dos años de cárcel. Pero, de ser hallado culpable, entienden que aquellas personas que sean víctimas de este tipo de delitos se animarán también a denunciar. A la par, consideran que una eventual condena sentará un precedente para los pastores de la iglesia, a saber que no quedarán impunes los actos de acoso o abuso sexual y que no serán encubiertos por las autoridades eclesiales.
El juicio oral y público será este viernes 7 en sede del Poder Judicial de San Lorenzo. El tribunal está integrado por los jueces Óscar Rodríguez Masi (presidente), Leticia de Gásperi y Julio César Granada.