Los oficiales y suboficiales practican para operar el dron que se sumó al plantel de la Comisaría 8a de Capiatá, encargada de la seguridad de unas 50.000 personas.
Con el equipo se puede observar si hay atascamiento en las rutas o localizar a delincuentes por aire.
“Ayer empezamos las prácticas en cablevy. Nosotros no vamos a invadir la intimidad de nadie, nosotros vamos a utilizar los drones sobre las calles vecinales”, comentó la comisaria Rossana Amarilla sobre las primeras incursiones en los asentamientos precarios.
La agente cumple 28 años al servicio de la Policía Nacional y comentó que le emociona incorporar innovaciones para mejorar el trabajo, en este caso un dron al que bautizó como Halcón 8.
La idea surgió el año pasado cuando se desempeñaba en la Comisaría 59 a Central de Capiatá, pero entonces no fue posible por limitaciones presupuestarias.
Cuando se concretó su traslado a la 8a, una experiencia reflotó la iniciativa. Hubo una persecución a un vehículo que huyó de un control policial y para ubicarlo se tuvo apoyo aéreo de un helicóptero.
Allí retomó la conversación con su camarada Carlos Maldonado, con quien ya venía analizando las posibilidades de contar con un dispositivo en la Comisaría 59 a. Como persistía la limitación de recursos, Amarilla optó por comprar el dron de su propio dinero.
Lo alentó su hijo, un oficial ayudante que tiene habilidades para el manejo del equipo y que ahora enseña al personal de la 8a en su tiempo libre.
En total 80 agentes trabajan en esta jurisdicción. La jefa policial indicó que al dividir en turnos y teniendo en cuenta que algunos funcionarios se dedican a la cocina y la limpieza, no quedan muchos uniformados para los trabajos de prevención y seguridad para una población de alrededor de 50.000 personas.