Una comitiva del Ministerio Público y la Policía Nacional llegó hasta la vivienda del padrastro de Diosnel Escobar Leiva, pareja de María Enciso (33), cuyo cuerpo fue hallado desmembrado y sin algunos órganos en el río Jejuí.
En el lugar, los investigadores hallaron dos celulares, uno de Diosnel y otro que pertenecería a María y consideran que el aparato podría aportar pistas claves para esclarecer el caso y reconstruir los últimos momentos con vida de la víctima.
Ambos teléfonos serán enviados al laboratorio forense del Ministerio Público para extraer los datos.
La indignación y el dolor se ven reflejados en la comunidad de San Pablo Cocueré, que desde el lunes viene manifestando su profundo y fuerte repudio ante el violento hecho, dejando claro que no descansarán hasta que se haga justicia.
El hecho caló tan hondo que, incluso, la Municipalidad declaró asueto el miércoles para que los pobladores salgan a manifestarse en el puente sobre el río Jejuí.
A pesar de los avances, la motocicleta de Enciso y varias partes desmembradas del cuerpo de la mujer aún no fueron localizados.
Escobar Leiva es el principal sospechoso del crimen, fue detenido e imputado por feminicidio y la hipótesis que manejan los intervinientes es que el sospechoso golpeó en la cabeza a la mujer, provocándole una fractura. Luego, desmembró el cuerpo.
Por su parte, Lucio Vera Salinas, también detenido, confesó haber tenido una relación informal con la víctima y fue la última persona en ver a María antes de su desaparición, según la Fiscalía.
El hombre negó participación en el crimen.
Gustavo Enciso, hermano de María, recurrió hasta a una vidente para hallar a la mujer, quien fue denunciada como desaparecida el 8 de marzo.
En principio hallaron un miembro superior derecho completo, el torso, sin órganos internos ni glándulas mamarias, y los miembros inferiores con la pelvis unida.
La cabeza se encontró a tres kilómetros aguas abajo de donde se encontraron los otros restos de la mujer. C. A.