La pareja, que vive en Stourbridge en el centro de Inglaterra, no sabía muy bien qué hacer con esta cantidad de muñecos y de naves espaciales que su vecino había ido coleccionando a lo largo de los años, según el diario The Times de este viernes.
Fue su hijo el que tuvo la idea de llamar a una casa de subastas para estimar el valor de aquellos cachivaches, entre los que había piezas que estaban todavía en las cajas originales.
“Algunas estaban ligeramente húmedas, debido a la manera en que estaban almacenadas pero se trata de la colección de objetos más bella de Star Wars que he visto en mi vida”, aseguró al diario británico el experto de Aston’s Auctionneers, Chris Aston.
“Hemos recibido muestras de interés del mundo entero y estábamos seguros de que la venta sería un éxito”, agregó.
Entre los objetos en venta se encontraba un comandante de Star Destroyer, una de las naves de la flota del Imperio Galáctico -uno de los dos únicos ejemplares conocidos en su envoltorio original-, que se vendió por 32.500 libras (más de 36.000 euros, USD 42.000).
Una figurita de Jawa, los pequeños seres encapuchados de ojos brillantes, en su envoltorio original - uno de los 10 ejemplares conocidos- encontró comprador por 27.280 libras (más de USD 35.000).
En cuanto al grupo de ocho figuritas inspiradas en la película El retorno del Jedi, que le costaron al coleccionista menos de USD 2 a principios de los años 1980, se vendieron en 1.400 libras.
Objetos como el casco de Storm Trooper, las fantasías del Imperio, el ojo del pequeño robot R2D2 que ha participado en las nueve películas de una de las sagas cinematográficas más célebres del mundo, atraen a coleccionistas dispuestos a pagar lo que sea para adquirir un pedazo de este universo.
Una figurita de Luke Skywalker, que en 1978 se comercializó como un juguete para niños, fue vendida en 2015 en una subasta organizada por Sotheby’s y eBay en USD 25.000 (más de 21.000 euros).
Según Aston, la pareja estaba “encantada” con su suerte: “no se si tenían una idea en su cabeza pero deben de tener la misma sensación que si les hubiera tocado la lotería”.