El periódico, que cita a fuentes policiales, apunta a una posible sobredosis como causa de la muerte, aunque no está confirmado por ahora.
Michael K. Williams, de 54 años, saltó a la fama como el carismático ladrón y narcotraficante Omar Little de The Wire (2002-2008), una de las series más prestigiosas de la historia de la televisión en Estados Unidos.
Con una habilidad innata para salirse con la suya y un ingenio fuera de lo común, Omar Little se convirtió en uno de los personajes más destacados (y temidos) de este monumental drama televisivo creado por David Simon y que exploraba de forma minuciosa todos los rincones de la ciudad de Baltimore (EEUU).
Al margen de The Wire, el intérprete tuvo una notable trayectoria en la pequeña pantalla con papeles en series muy apreciadas como Boardwalk Empire (2010-2014), The Night Of (2016) o When They See Us (2019).
También se dejó ver en cintas como 12 Years a Slave (2013) o en la película para televisión Bessie (2015).
Una de sus últimas producciones fue Lovecraft Country (2020), una ambiciosa serie de HBO que combinaba las turbias fantasías del escritor H.P. Lovecraft con la reflexión sobre el racismo a los negros en EEUU y que le ha valido una nominación al Emmy, un premio al que ya había aspirado en otras cuatro ocasiones.
Williams habló con Efe en agosto de 2020 sobre esa serie y señaló que Lovecraft Country, aunque retrataba las racistas leyes de Jim Crow que institucionalizaron la segregación racial en EEUU en el siglo XIX, conectaba de manera implícita con el debate actual sobre la discriminación a los negros y con movimientos como Black Lives Matter.
“Lovecraft Country se adhiere a la línea temporal de cómo hemos llegado hasta aquí", indicó.
Originario de Brooklyn, donde residía, Williams inició su carrera artística como bailarín y, tras aparecer en varios vídeos musicales y actuar en giras de artistas como Madonna o George Michael, dio el salto a la actuación.
A lo largo de los años, el intérprete había hablado en varias ocasiones públicamente de sus problemas con las drogas, incluido durante el periodo en el que rodó The Wire.
En 2016, por ejemplo, contó en una entrevista con la radio pública NPR cómo había encontrado ayuda en una iglesia de Nueva Jersey en un momento especialmente complicado y en el que la adicción amenazaba con destruir su carrera.