La fiscal que lleva el caso de la desaparición, Betzaida Pitti, informó hoy que una mujer indígena encontró en una zona remota, donde con su pareja había alquilado un terreno para plantar arroz, una mochila con pertenencias de Lisanne Froon y Kris Kremers, de 22 y 21 años, respectivamente, vistas por última vez en el municipio de Boquete, en el occidente atlántico de Panamá.
La mochila, encontrada en un tramo del río Changuinola que los vecinos llaman Culebra, en la provincia de Bocas de Toro, contenía los teléfonos celulares, una cámara fotográfica, anteojos, ropa interior de las jóvenes holandesas, además del pasaporte de Lisanne y 83 dólares en efectivo.
El hallazgo se produjo el pasado miércoles y la mujer que encontró la mochila informó a su comunidad indígena, que decidió que una representante caminara un territorio plagado de cuatro clases de serpientes venenosas y densa vegetación atravesando la cordillera Talamanca, a través del sendero El Pianista, hasta llegar a Boquete, donde dio parte de lo encontrado.
Autoridades y equipos de rescate, incluyendo a la fiscal Pitti, se desplazaron en helicóptero el viernes al lugar donde fue hallada la mochila para inspeccionarlo y pasaron la noche allí para regresar a la ciudad de David, capital de la provincia de Chiriquí, hoy sábado.
Pitti indicó que las pertenencias de las holandesas están siendo analizadas y que los padres de las jóvenes ya han sido informados.
La fiscal añadió que la mochila presentaba signos de haber sido arrastrada por el río y descartó que alguien la hubiera dejado exactamente en aquel lugar, pero dijo que con el hallazgo se confirmaba que las jóvenes holandesas se habían adentrado en el sendero El Pianista.
“Efectivamente, sí subieron al sendero El Pianista”, insistió la fiscal.
Pitti anunció que se va a “peinar la zona” donde se encontraron las pertenencias, pero que antes se debe consultar con expertos debido a que es “de muy difícil acceso”.
Las autoridades panameñas han realizado una intensa búsqueda de las jóvenes holandesas a la que durante unas dos semanas, hasta el 3 de junio, se sumó un equipo holandés de rescate con perros adiestrados en el rastreo de personas desaparecidas.
Las jóvenes europeas viajaron a Panamá para un curso de español de dos semanas y luego se trasladaron a Boquete para cumplir una labor social con niños durante un mes.