El estudio de mercado se realizó con el objetivo de conocer el marco regulatorio, el nivel de concentración de la industria, los riesgos asociados a la colusión, las posibles fallas del mercado y proponer recomendaciones que ayuden a mejorar la concurrencia del sector, según se justifica.
El documento menciona que los resultados exponen posibles señales de reparto de mercado. Asimismo, se explica que para dicha conclusión se basaron en la frecuencia con que aparece efectivamente una combinación (support); la frecuencia con que aparece dicha combinación con relación al support del antecedente (confidence) y la frecuencia con que aparece dicha combinación en el support con relación a su combinación teórica bajo el supuesto de independencia de dos empresas con relación al total de combinaciones posibles (lift).
El texto dice que, como resultado del estudio, se observa que en general los proveedores tienden a abastecer a diferentes instituciones en lugar de competir por los mismos clientes. “Durante el período analizado, ningún proveedor suministró el mismo producto a las tres principales instituciones contratantes. Además, solo en 6 de los 25 productos estudiados, un mismo proveedor abasteció a dos de las tres principales instituciones”, menciona.
Asimismo, se menciona que “en el grupo de productos seleccionados para la investigación, según monto de los contratos, se señalan a los oferentes más competitivos en cada mercado. La observación de índices de concentración en submercados específicos y los indicios de colusión vía reparto de mercado”.
ÚH consultó respecto al documento a Gerardo García, titular de la Cámara de la Industria Química Farmacéutica del Paraguay (Cifarma). El mismo mencionó que, hasta el momento, no tenía conocimiento sobre el documento y que una vez que se interiorice sobre el mismo brindaría una respuesta del gremio. No obstante, dijo que en el caso de que exista una colusión de mercado esto sería grave.
Débil competencia. El análisis de la consultora que prestó servicios para la Conacom y el BID menciona que un elemento que debilita la competencia en el sector es el relativo a los pagos.
Al respecto, menciona que los retrasos en los pagos de los contratos favorecen a las grandes firmas, cuyas estructuras financieras les permiten sostener sus operaciones a largo plazo, mientras que las medianas y pequeñas empresas no cuentan con la espalda financiera suficiente, con lo cual generan desincentivos a participar de los llamados públicos.
Señala que la disminución en los procesos burocráticos y el cumplimiento de los pagos, según fecha establecida en los contratos, podrían mejorar notablemente la competencia en el sector.
Contrataciones públicas. El estudio de mercado del sector farmacéutico y de insumos médicos en contrataciones públicas del 2012 al 2022, menciona que durante el citado periodo las contrataciones públicas en este rubro se incrementaron 154%. En el 2022, los montos adjudicados en este rubro equivalían al 6,9% del Presupuesto General de la Nación.
Asimismo, se menciona que dos instituciones concentraron en promedio el 85% de las compras en el periodo 2012-2022. El Instituto de Previsión Social (IPS) fue responsable del 41,5% de las adjudicaciones y el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) tuvo una participación del 43,5% en las adjudicaciones en el periodo considerado.
La oferta de productos farmacéuticos e insumos médicos al sector público está menos concentrada que la demanda. En el periodo 2012-2022, los cinco mayores oferentes concentraron el 22,9% del total de montos adjudicados, lo que refleja su peso en el mercado y su capacidad para captar una proporción relevante de las compras públicas. Al ampliar el análisis a los diez mayores oferentes, su participación conjunta asciende al 37,6% de los montos adjudicados durante dicho periodo, consolidando aún más su posición dentro del mercado.
“Sin desagregar, no se evidencia una alta concentración. Sin embargo, al aplicar herramientas estadísticas como el índice de concentración de mercado Hirschman-Herfindahl, se observa que, a medida que se desagregan los submercados en grupos más homogéneos, la concentración aumenta significativamente en una gran proporción de submercados o grupos de productos”, menciona el texto.
El estudio fue elaborado por una consultoría liderada por José Molinas y Luis Ríos; con la asistencia de Pablo Dinamarca, Jacqueline Benítez y Sheila Rodríguez.