Esta investigación es “la primera prueba de una causalidad real entre el tabaquismo y la hemorragia subaracnoidea”, según la Universidad de Helsinki, que realizó el estudio.
Lo “más probable” es que fumar cause una parte “significativa” de todos los casos de hemorragia subaracnoidea, el tipo más fatal de trastornos cerebrovasculares.
El estudio incluyó datos sobre el estilo de vida de unas 13.000 parejas de gemelos, y los datos indicaron que es la diferencia en el hábito de fumar lo que “parece explicar” por qué solo uno de ellos, el fumador, sufría una hemorragia de ese tipo.
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A pesar de los avances en el tratamiento de la hemorragia subaracnoidea, esta sigue siendo la más mortal de las alteraciones cerebrovasculares, ya que -según la universidad- hasta la mitad de los pacientes mueren en los primeros meses después de la hemorragia.
El investigador principal Ilari Rautalin señaló que estos hallazgos confirman, “por primera vez, las sospechas previas de una relación causal real entre el tabaquismo y la hemorragia cerebral fatal”.