Una mujer, Jackie Justice, que ha sufrido duros golpes pero que está más dispuesta que nunca a golpear, ya que, como la propia actriz (Estados Unidos, 1966) es una luchadora nata, según cuenta a Efe en una entrevista.
Berry ha elegido para su debut en la dirección –la cinta se estrena este miércoles a nivel mundial en la plataforma Netflix- una historia de redención y segundas oportunidades, una historia de una mujer irrompible que de algún modo habla de ella y con la que pretende poner luz sobre temas incómodos como la violencia contra las mujeres.
Pregunta: ¿Cuánto de Jackie la luchadora hay dentro de usted?
Respuesta: Mucho. Probablemente por eso me incliné hacia una historia como esta para mi debut. Recibí consejos de algunos directores que admiro mucho y lo que me dijeron fue que para mi debut tenía que elegir un tema que amara y conociera. Entonces, diría que mucho de mí está en esta luchadora.
P: ¿Se considera entonces una luchadora nata?
R: Sí, porque he estado luchando toda mi vida. Como mujer de color, he estado luchando por ser escuchada, por ser vista, por la igualdad, por encontrar un lugar en una industria que, hace 30 años, cuando comencé, realmente no tenía lugar para mí. Ha cambiado ahora, afortunadamente, para las mujeres y las personas de color, pero cuando comencé era un tipo de pelea diferente, así que estoy muy acostumbrada a pelear y trabajar duro, a que me digan que no, pasar y encontrar otra manera. Estoy acostumbrada a no rendirme y ser tenaz.
P: ¿Y cómo fue la experiencia de dirigir, le ha sorprendido?
R: Fue lo que esperaba, muy duro. Sabía que iba a ser difícil, especialmente porque también estaba actuando, así que mis días fueron extremadamente largos con mi entrenamiento y luego tener que hacer mi trabajo de directora, en lugar de simplemente preparar el papel, como siempre lo hago. Fue un desafío.
P: La película trata el tema de la violencia y abuso contra las mujeres, ¿pueden aprender algo al verla quienes la están sufriendo?
R: Probablemente puedan ver su historia reflejada. Creo que la salud mental, el abuso y la violencia doméstica son temas de los que la gente realmente no quiere hablar nunca, pero es real y ocurre en tantas comunidades y en tantas familias. Es un poco tabú porque no queremos actuar si eso está sucediendo. Pero es real. Yo he trabajado para refugios de violencia doméstica durante más de veinte años, así que sé que es real. Yo lo veo. Crecí con eso. Entonces, para mí, esto trataba de iluminar un lugar oscuro del que no queremos hablar.
P: Usted dijo que se animó a dirigir porque no encontró a un director que compartiera su visión de la historia. ¿Cuál es esa visión?
R: Esa visión era ser dura y no alejarse de la realidad, de la condición humana. Quería traer verdad a la historia y autenticidad y mostrar un mundo que puede ser difícil de experimentar, pero también con suerte ayudar al espectador a preguntarse “¿cómo debe ser vivir eso? Si me cuesta verlo en pantalla, ¿cómo sería vivir esa situación? “Algunas personas que conocí no querían ir en esa dirección, tenían miedo de eso, no querían llevar ese aspecto de la historia a la pantalla, pero eso era muy importante para mí, darle luz de esta manera.
P: La historia de Jackie es también la historia de una madre que abandona a su hijo. ¿También querías llevar el dilema de las “malas madres” a la pantalla ?
R: No la veo como una mala madre, ni siquiera al principio. Ella no era una mala persona, solo era una persona dañada y rota. Y creo que tenemos que aprender a tener compasión por el quebrantamiento de la gente y no juzgarla. Sí, no es algo que las mujeres hagan tradicionalmente, pero en esta historia tuve que explicar por qué una mujer haría eso y cuando lo entiendes y te das cuenta de lo rota que está, puedes entender por qué abandona a ese niño considerando la infancia que tuvo. Entonces, el objetivo es encontrar comparación por esta gente y no juzgarlos y decir “eres una mala madre”.
Esta gente está rota, está fracturada, está haciéndolo lo mejor que puede. Luchan por sobrevivir y encontrar la redención, el perdón, y de eso se trata la vida. Todos intentamos sobrevivir y buscar el perdón por algo. Ninguno de nosotros es perfecto, ¿verdad?