La aguja que se encontró dentro de una chipita que fue distribuida en la Escuela Básica N.º 6462 Arandurã como parte de la merienda escolar del programa Hambre Cero, administrado por la Gobernación de Itapúa, señala la denuncia policial.
El padre de un niño de 7 años relató a la Policía Nacional que al regresar a casa, su hijo le pidió merendar las chipitas que había recibido en la escuela.
Al abrir el paquete y entregárselo, el niño notó un sabor extraño al morder, escupió el alimento y fue entonces cuando su padre se percató de que había una aguja incrustada en su interior.
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El denunciante tomó el paquete completo y decidió acudir a la Comisaría 14.ª local para formalizar la denuncia, mostrando pruebas fotográficas del producto contaminado.
Según el envoltorio, las chipitas habrían sido elaboradas por Ramón Eduardo Arce Gómez, con dirección en Carapeguá, Departamento de Paraguarí.
El padre expresó su profunda preocupación por la seguridad alimentaria de los niños en las escuelas e instó a las autoridades a tomar medidas urgentes para investigar el caso y evitar que hechos similares vuelvan a ocurrir.
La denuncia policial se realizó a las 19:52 del último lunes.
Gobernación no recibió denuncia oficial
Desde la Gobernación de Itapúa aclararon que no han recibido una denuncia formal por parte de la escuela hasta el momento.
“Una vez recibida esa denuncia, trasladaremos a la empresa proveedora”, señaló Julia Rivas, secretaria de Educación de la Gobernación.
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La funcionaria mostró sorpresa ante el hallazgo y subrayó que los alimentos de Hambre Cero se deben consumir dentro de las escuelas, no fuera de ellas.
“Lo que sí extraña es que el niño haya intentado comer esa chipita en horario fuera de clases, porque eso se debe consumir a la mañana, con 200 mililitros de leche y no tiene por qué llevar a su casa”, cuestionó.