“Tenemos una gran noticia y que le debemos al Gobierno de Mario Abdo Benítez, nuestro famoso pedido de los ganaderos que es la caja negra. Hoy es una realidad, hoy vamos a trabajar con toda confianza y vamos a tener ya la certeza del faenamiento que corresponde a cada ganadero, esto es un sueño largamente acariciado por todos los ganaderos del país y hoy se hizo realidad”, expresó el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Luis Villasanti.
Se refirió a la Resolución N° 500 por la cual el Senacsa amplía la disposición de marzo, cuando solo exigía el pesaje de animales después de ser faenados. A pedido de los ganaderos, ahora se pesarán también los bovinos vivos, al bajar de los camiones.
“Ahí vas a manejar el peso de ingreso y el peso de salida y ahí se acaba la desconfianza”, indicó el dirigente que recordó la histórica falta de credibilidad en el proceso de faenamiento, donde los productores no intervienen para tener la certeza de cuánto rindió el animal, sin la cabeza y otras partes, para luego determinar el precio final correspondiente.
Otro cambio que se observa en el documento es que se extiende el plazo a 240 días para que las industrias puedan adoptar este sistema. La resolución fue el paso posterior al Decreto 2217, de mediados de julio, que establece la obligación de instalar equipos electrónicos de control y medición, no solo en los frigoríficos, sino también en el almacenamiento y molienda de granos.
INDUSTRIA. Para la Cámara Paraguaya de la Carne, el pesaje de animales vivos representa una gran inversión y cambios, pero frigoríficos como Guaraní y Frigochorti ya implementan.
“En principio no tenemos objeciones en esto; es más, dos frigoríficos ya tienen esos mecanismos, entonces nos dan 240 días, entonces los frigoríficos no tienen problema en cumplir con esto”, manifestó el titular del gremio, Korni Pauls.