Carlos Miguel Stehlik Maciel (25) utilizaba la red social Instagram para captar posibles víctimas de alto nivel económico, es la sospecha de la Policía, que investiga sus movimientos desde hace tiempo. Lo que él supuestamente hacía era ofrecer servicios sexuales de mujeres; inicialmente eran mensajes, luego fotos íntimas y luego venía la extorsión.
Tania Giselle Galeano Llanes, empleada judicial (25) –vecina de Stehlik– habría sido su cómplice, ya que desde su celular también se hacían los requerimientos de pagos, a través de depósitos bancarios. El comisario Nimio Cardozo confirmó que las sumas más altas que se llegó a pagar fueron entre G. 10 millones y sobrepasando incluso los G. 50 millones, para que estas personas no publiquen sus fotos.