10 abr. 2025

Hasta sus aliados lo dejaron solo, pero Beto culpó a Afara

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Careo. Dionisio Amarilla fue la barrera entre Beto y Afara.

GENTILEZA

Ni los cartistas se quedaron a esperar el tratamiento del proyecto de uno de sus miembros, Silvio Ovelar, sobre letrina cero, pero este decidió responsabilizar a su colega disidente Juan Afara.

Al final se generó un incidente cuando este último decidió encarar a su correligionario por la acusación. Afara consideró una falta de respeto del cartista.

“Me pareció muy suspicaz que algunos colegas, y en particular uno de ellos; como se trató un programa tan sensible como el programa letrina cero, que, finalmente, no es mi proyecto, estoy impulsando”, refirió Beto.

“Es un proyecto dirigido a los sectores más vulnerables. Tenemos pupitres nuevos, Hambre Cero, pero seguimos teniendo letrinas. En el siglo XX, perdón, en el siglo XXI, seguir teniendo letrina en los lugares más vulnerables, es un contrasentido”, consideró.

“Me extrañó la actitud que asumió el compañero, y voy a dar nombre y apellido: Afara; quien directamente dejó sin cuórum, y le reclamé su conducta”, refirió el cartista.

“No es un proyecto de Beto Ovelar. Es un proyecto para los sectores más vulnerables. Ha’e chupe ndaja’actuái ara upéicha (le dije que no hay que actuar así); que tenemos que actuar de frente”, detalló.

“Hubo un intercambio de parecer, pero lo importante no es eso. No quiero entrar en la crónica farandulera, sino más bien en la importancia del programa que cierra el circuito. Esto es dignidad de los niños es salud, educación”, remarcó.

“Paraguaýpe ndojeikuaái (en Asunción no se sabe), cuántos abusos se produjeron con niños y niñas (...), que van a hacer sus necesidades en los bosquecitos, por allí cerca, porque la letrina no les permite tener una posibilidad de un sanitario como se merece la gente”, manifestó.

Dijo que hace tiempo ya está en el Senado y que “conozco los bueyes con los que aramos”, insistiendo en responsabilizar a Afara.

Alegó que no hizo lobby con sus colegas porque le parecía lógico que apoyen un programa dirigido a los más vulnerables. “En la previa todos están de acuerdo; ocurre que no me gusta este juego de hipocresías”, sentenció.

Posteriormente, admitió que la rabona se convirtió en un déficit en el Senado, y que conversaría con sus colegas para ser más disciplinados.

Fue al sanitario. “Como si no hablé con él. No me habló. Yo venía del sanitario”, fue el argumento de Afara sobre la acusación de Beto.

“No le dejé sin cuórum, ¿cómo le voy a dejar sin cuórum? Vine al sanitario”, insistió el disidente.

“Él, evidentemente, no respeta a sus colegas. Él tiene que respetarle a la gente. Yo siempre le respeté”, retrucó a Beto.

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