En el Congreso Nacional existen un total de 31 proyectos que fueron presentados con la intención de modificar y mejorar el sistema electoral. Sin embargo, estos proyectos no están siendo prioridad para las mayorías parlamentarias y duermen el sueño de los justos en el Parlamento, pese a que se habla de un interés de mejorar el Código Electoral para luego ir a una Constituyente.
Esta situación legislativa se da independientemente a que el gobierno de Mario Abdo Benítez haya llamado a un debate sobre una reforma de la Constitución Nacional, tema que rápidamente cayó en el desinterés debido a la reacción contraria de los partidos políticos, incluso del oficialismo.
Una gran parte de las agrupaciones políticas manifestó que para llevar adelante una Constituyente, primeramente hay que realizar una reforma electoral, debido a que no hay garantías para el proceso de selección de los que compondrán la Asamblea Nacional Constituyente.
Esta sensación de desconfianza se incrementó tras los últimos comicios generales, donde saltaron varias irregularidades del proceso, y es una realidad que la composición de las juntas cívicas y mesas electorales privilegia a los partidos tradicionales, lo cual genera desconfianza en las actas de conteo.
El Gobierno finalmente convocó a una reunión para el 12 de setiembre con representantes de unas 70 agrupaciones políticas que se presentaron en los últimos comicios electorales.
Para que este consenso de reforma electoral siga su curso, el Parlamento, y principalmente los legisladores de los partidos tradicionales, la Asociación Nacional Republicana (ANR) Partido Colorado y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), deberán dar cursos a los proyectos presentados.
Por ejemplo, la propia Justicia Electoral presentó un proyecto en el 2014 y hasta ahora no fue tratado.
OPINIÓN. El Partido Democrático Progresista (PDP) fue el que informó que en ambas cámaras existen 31 proyectos, muchos de los cuales tratan de desbloqueo (en internas o generales); transporte público para el día de votación, uso de urnas electrónicas, financiamiento político, entre otros.
Todos son de interés, principalmente de los opositores que denuncian la existencia de un favoritismo hacia el oficialismo en el día de los comicios.
“Hay una cuestión que nos preocupa, que muchos proyectos que hallamos están mal redactados técnicamente y luego eso genera que lleve a errores y complicaciones, y es por eso que ahora estamos compilando, justamente para poder hacer un trabajo y recurrir a otros estamentos para perfeccionar, como universidades especialistas, investigadores. Falta un debate más riguroso”, refirió Rafael Filizzola, titular del PDP.
Con relación a consensuar un programa o agenda en la oposición para que sea base en una conversación de reforma, señaló que desde luego le genera más fuerza y posibilidades de conseguir el propósito de reforma a la oposición, la posibilidad de clasificar una agenda común.
Instó a quienes invitaron al debate sobre reforma a que encuentren una metodología para que el diálogo sea fructífero, por lo que opinó que se deben dividir en varias mesas, para que las divergentes opiniones no se dispersen.
Filizzola dio énfasis a luchar por el desbloqueo de listas contra las listas sábana.
